Terapia Gestalt y Psicoanálisis
El fundador de la TerapiaGestalt, el doctor Fritz Perls, desarrolló un tipo de psicoterapia que muchos
consideran opuesta al Psicoanálisis. Aunque ambas difieren en muchos puntos no
hemos de olvidar que el propio Perls tuvo una formación psicoanalítica, hasta
el punto que llegó a fundar el Instituto Sudafricano de Psicoanálisis en la
época de la Segunda Guerra Mundial, cuando la doctrina freudiana era perseguida
por el régimen nazi.
No obstante la frialdad y
el no reconocimiento con el que Freud trató las ideas Perlsianas suposo la
ruptura de Fritz Perls con la teoría psicoanalítica. Podemos considerar este hecho un
punto favorable a la filosofía de la Terapia Gestalt, pues fue a partir de esta ruptura
cuando Perls empezó a cuestionar muchos de los preceptos psicoanalíticos, lo
que le permitió desarrollar sus propias ideas y encontrar su camino.
Las dos corrientes
terapéuticas presentan aspectos teóricos y prácticos distintos, a continuación
enumero algunas de las diferencias más notables:
La Terapia Gestalt apuesta
por el trabajo en el presente, en lo que le sucede al paciente en el aquí y
ahora. El objetivo es que el paciente experimente y se dé cuenta en la sesión
terapéutica de la forma cómo se bloquea en su vida diaria. A diferencia del Psicoanálisis, la Terapia Gestalt no se centra en buscar traumas infantiles del pasado e indagar en ellos. El
terapeuta Gestalt trabaja con lo obvio, con aquello que el paciente muestra,
pero también con aquello que no muestra. El trabajo del terapeuta consiste en
estar atento al paciente en su totalidad, es decir no únicamente escuchar lo que dice, sino también estar atento a sus
gestos, a su posición corporal, a su tono de voz… en definitiva a todo lo que está
pasando en la relación terapéutica presente. Es lo que en la Terapia Gestalt se
denomina como Escucha Fenomenológica, la cual se diferencia ampliamente de la Técnica
de Asociación Libre practicada por el Psicoanálisis.
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El trabajo en la sesión terapéutica es diferente en las dos corrientes; mientras que el Psicoanálisis se centra en el aspecto mental del individuo, olvidando de esta forma el cuerpo, la Terapia Gestalt es una terapia holística, lo que significa que percibe a la persona como un todo, donde cuerpo y mente se integran como dos conceptos que se complementan entre si.
El origen de la neurosis es
un punto que también diferencia a las dos terapias. Mientras que para Freud la
neurosis (conflicto individuo-medio) tiene su origen en la represión de los
instintos sexuales y en los deseos sexuales prohibidos, para Perls el origen se
encuentra principalmente en toda una serie de asuntos no concluidos o como
Perls lo denominaba Gestalts incompletas. Se denomina Gestalts incompletas a
todas aquellas necesidades interrumpidas y no satisfechas en la relación
individuo-medio. Esto supone que la
persona vuelve periódicamente a enfrentarse a sus” asuntos no resueltos”,
tropezando con la misma piedra una y otra vez. La Terapia Gestalt permite que la
persona tome conciencia de sus asuntos no concluídos y encuentre la forma de
cerrarlos para así poder seguir adelante con su vida de una forma más saludable
y menos neurótica.
Perls criticaba el método
Freudiano de buscar las causas de los problemas en traumas infantiles. Para
Perls el trauma es una herramienta que el paciente utiliza como justificación
para no tomar responsabilidad de su vida, cosa que agrava aún más su estado
neurótico.
La resistencia del paciente
en la sesión también es vista desde puntos de vista diferentes. Mientras que
para el Psicoanálisis es un aspecto a derribar y suprimir, para la Terapia Gestalt es
una fuerza creativa y movilizadora. Por tanto el objetivo gestáltico es
convertir dicha resistencia en asistencia, favoreciendo el proceso personal del
paciente.
Por último es importante destacar el cambio que se produce en la relación terapeuta-paciente entre las dos terapias. Mientras que en el Psicoanálisis el terapeuta se posiciona en una posición de superioridad ante el paciente, adoptando el rol de la persona que sabe, en la Terapia Gestalt el terapeuta se sitúa como un simple facilitador terapéutico. El terapeuta gestáltico no aconseja al paciente lo que debe o no debe hacer, simplemente guía al paciente para que el mismo encuentre su camino.
La relación terapéutica en la Terapia Gestalt se vuelve también más cercana. Se abandona el diván y se substituye por
dos sillas una frente la otra donde paciente y terapeuta pueden encontrar sus
miradas. De esta forma la sesión gestáltica se convierte en un punto de
encuentro en el cual tanto paciente como terapeuta pueden aprender de la
experiencia.
Leslie Beebe.
Terapia Gestalt y Life Coaching Barcelona
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