La Terapia Gestalt partió de diferentes ideologías y filosofías, una de ellas es el Zen oriental.
La Palabra Zen significa meditación y es una
escuela budista con una historia de más de 2500 años. El Zen se aparta del
conocimiento intelectual y del discurso racional para enfocarse en la
experiencia del momento presente. Este principio lo adaptó la Terapia Gestalt en su enfoque terapéutico. El terapeuta Gestalt trabaja con lo obvio, con aquello que
observa del cliente en el momento presente, ya sea lo que éste dice, pero
también con lo que no dice, pero que muestra a través de su posición corporal,
sus gestos, su tono de voz, etc…,; este aspecto es lo que en Terapia Gestalt denominamos como la
escucha fenomenológica. Cuando el terapeuta hace consciente estos fenómenos al cliente, éste puede tomar conciencia de una parte de si mismo que hasta ese momento desconocía, y por tanto descubrir más sobre qué es lo que le produce malestar en su vida y como remediarlo.
En
la meditación Zen (denominada Zazén) se permite que los pensamientos vayan y
vengan, sin oponerse a ellos ni quedarse enganchado en su discurso. Toda la
atención se enfoca en la postura, en la respiración y en la actitud de la mente
en el momento presente.
Uno
de los principios fundamentales de la Terapia Gestalt es su enfoque
en el presente. En la sesión terapéutica no importa tanto una vivencia
traumática que haya podido vivir la persona en su pasado, sino como esa
experiencia le afecta en su día a día presente. A partir de aquí empieza el
trabajo de terapia.
La Terapia Gestalt
vió en la práctica de la meditación una vía para centrar a la persona en el
momento presente; un instrumento que permitía a la persona salir de su mundo de
fantasía e imaginación para centrarse en experimentar el momento presente.
Si crees que la Terapia Gestalt puede ser de tu interés, contacta conmigo sin compromiso en el 645 368 714 / lesbcn13@gmail.com
La
función del maestro Zen y del terapeuta Gestalt también guardan relación entre
ellas. No es función del terapeuta dar una cura al paciente, al igual que no lo es
del maestro Zen enseñar a su discípulo. Sus funciones no son impositivas, sino facilitadoras. Ambos tratan de apoyar a la persona para que descubra por si mismo el camino de sanación y crecimiento.
Un
termino Zen que adoptó la Terapia Gestalt
fue el de “satori”. La filosofia Zen lo describe como la iluminación última. En Terapia Gestalt se denomina “satori” al descubrimiento que la persona hace de su
verdadera esencia. Una vez la persona es capaz de quitarse todas las máscaras
con las que se mostraba al mundo consigue la libertad para mostrarse tal y como
es. La persona toma conciencia de lo que hasta este momento era fruto de su
fantasía (miedos, temores, fobias…) para contactar con el presente de una forma
más saludable y auténtica.
Leslie Beebe.
Terapia Gestalt y Life Coaching Barcelona
Comentarios