La Respiración Consciente
Una
de las técnicas que utilizo habitualmente con la persona que acude a terapia es
que tome conciencia de cómo está su respiración.
Aunque
la respiración es una función vital para el organismo también es la gran
olvidada por la mayoría de nosotros. En cierta forma es lógico pues la
respiración es un acto inconsciente, no obstante por norma general, los adultos
tenemos nuestros patrones respiratorios perturbados. Esto es debido a toda una
serie de tensiones musculares crónicas que progresivamente han ido limitando nuestra
capacidad respiratoria. Estas tensiones proceden en su mayoría de conflictos
emocionales, traumas y situaciones no resueltas vividas a lo largo de nuestra
vida.
Debido
a todas estas tensiones perdemos el ritmo natural de la respiración y poco a
poco vamos bloqueando nuestra capacidad respiratoria, haciéndola cada vez más
superficial y limitada. La respiración pasa a ser unicamente torácica y el
ritmo inhalación-exhalación queda perturbado. Estos bloqueos tienen efectos
negativos en nuestro potencial energético tanto a nivel físico, como a nivel
mental y emocional. Los síntomas de esta perdida de energía pueden ser
diversos; mareos, estrés, cansancio, mal humor, nervios, etc…
Mi
objetivo al hacer a la persona consciente de su respiración es que tome
conciencia de cómo de alterada está esa función en su organismo. Las respuestas
ante este ejercicio son diversas; me encuentro con personas que al tomar
conciencia de su respiración lo describen como una sensación extraña, otros son
conscientes que su respiración es totalmente torácica y que el aire no llega al
abdomen, otros simplemente se angustian al tomar conciencia de cómo respiran.
Una vez invito al paciente a respirar de una forma saludable, es decir lo
acompaño a que inspire y expire de forma profunda y natural, los cambios no
tardan en producirse.
Una
correcta respiración nos aporta calma y bienestar y nos abre las puertas de una
nueva percepción sobre nosotros mismos y
la realidad en la que vivimos. Permite que la persona abandone su discurso mental y
se centre en su cuerpo y en las emociones que van surgiendo.
Es
lo que en Terapia Gestalt denominamos como ampliar nuestra conciencia o nuestro
darse cuenta. Esta acción nos permite centrarnos únicamente en el presente, en
el aquí y ahora, para así dejar de lado nuestra tendencia a futurizar o bien a
quedarnos anclados en tiempos pasados.
Para
la persona que acude a terapia esta ampliación de conciencia le ayuda a ver su
vida de una forma más clara. Le permite ser consciente de que aspectos de su
vida no acaban de funcionar o no van bien y por tanto desearía cambiar. Asimismo
le pone en contacto con todos aquellos asuntos pendientes que arrastra consigo
y que le generan malestar.
Tradicionalmente
el bloqueo de la respiración ha sido un mecanismo de defensa más que el hombre
ha utilizado para no contactar con aquello que le produce dolor. Paradójicamente
la evitación no conduce a aliviar el dolor, sino todo lo contrario al perpetuar
y hacer aumentar el sufrimiento en la persona.
De
esta forma el contacto con la herida se presenta como la única alternativa de
sanación para acabar con el sufrimiento que ésta conlleva. Como popularmente se
dice “ poder pasar página”.
Una
vez se revive la situación traumática en terapia es posible liberar el bloqueo
energético y la persona puede abrirse a aquello que le provoca sufrimiento y
malestar en su vida. A partir de este punto empieza el proceso de reparación
pues la persona es capaz de empezar a cerrar los asuntos pendientes a los que
estaba enganchado (lo que en Terapia Gestalt denominamos como Gestalt inconclusa) y así
seguir con su vida de una forma más saludable.
Si quieres saber más sobre la Terapia Gestalt, puedes contactar conmigo sin compromiso. 645 368 7 14 / lesbcn13@gmail.com
“Al ir a dormir tumbarse boca arriba
con una mano en el vientre. Inspirar profundamente hasta que el aire llegue a
la zona abdominal, podreis comprobar que el aire llega hasta la zona abdominal
porqué el vientre se mueve. Mientras inspiráis contad hasta 6. Aguantar el aire
en vuestro interior mientras contáis hasta 3. Después expirar el aire mientras
contáis hasta 9. Haced este
ejercicio durante unos dias 10 minutos
antes de dormir y veréis los resultados!.”
Leslie
Beebe.
Terapia Gestalt y Life Coaching Barcelona
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