Como gestionar mejor mi ansiedad





Un porcentaje elevado de personas que vienen a verme dicen sufrir de estrés y ansiedad. Lo primero que les digo es que es importante diferenciar entre qué entendemos por estrés y qué por ansiedad. En la sociedad en que vivimos un cierto grado de estrés nos permite estar alerta, estar motivados y reaccionar ante los sucesos cambiantes que se producen en nuestro entorno. No obstante, cuando estos niveles de estrés se elevan a un grado en que nos paralizan y surgen toda una serie de manifestaciones a nivel físico, mental y fisiológico, entonces estaríamos hablando de ansiedad.

Podemos reconocer la ansiedad porqué va ligada a toda una serie de síntomas que afectan a nuestro cuerpo en mayor o menor grado, los cuáles también  varían según la persona. Algunos de estos síntomas son: estado de nervios continuado, problemas de estómago, sudoración en exceso, palpitaciones, tensión en las mandíbulas, respiración acelerada, sensación de agobio, etc... Por norma general la ansiedad se caracteriza también por traer consigo un componente importante de miedo. Este miedo nos posiciona en un estado permanente de paralización y tensión, donde empezamos a desconectarnos del presente para instalarnos o bien en un pasado traumático, o bien en un futuro catastrófico que nos está esperando.
A continuación os comento algunos recursos que podemos utilizar para gestionar mejor nuestros niveles de ansiedad;

Explorar que circunstancia o aspecto de nosotros mismos no acaba de funcionar, no nos gusta o bien nos gustaría modificar en nuestra vida. En la mayoría de ocasiones la ansiedad procede de nuestra resistencia a conectar con el presente y escuchar los mensajes que nos enviamos. Cuando pasamos un largo periodo de tiempo obviando los mensajes de nuestro cuerpo, y por tanto no atendiendo a nuestras necesidades, es cuando aparece la ansiedad.

Es aconsejable realizar algún tipo de ejercicio físico un par o tres de días por semana. El ejercicio físico permite relajar la tensión acumulada y liberar endorfinas, las cuales tienen un efecto sedante en nuestro organismo.

Reservar un espacio diario para nosotros, ya sea para realizar alguna actividad de ocio con la que disfrutemos, o bien simplemente dedicando un espacio de tiempo para relajarnos y estar en contacto con nosotros mismos.


Planificar las tareas diarias, no intentar hacer más actividades de las posibles, delegar y posponer cuando sea necesario. Reducir en lo posible el número de actividades y poner conciencia en ellas. Centrarse en la actividad presente y no querer atender más de una a la vez, es preferible acabar una actividad antes de empezar otra.

Regular horarios por lo que respecta a comidas y a horas de sueño, evitar el consumo de bebidas excitantes y alimentos con alto contenido en azúcar.

Al sentir que la ansiedad nos empieza a invadir, adoptar en lo posible una actitud de no lucha, de sostenimiento y observación. La voluntad de no querer sentir nos provoca más tensión y aumenta el grado de ansiedad. Es aconsejable evitar decirnos mensajes del tipo; “no debo estar ansioso, no puedo estar así”, “no quiero que los otros me vean así”, “me va a dar algo”, “no puedo respirar”, “el corazón me va a explotar”,etc…

Es recomendable transformar estos mensajes en otros más beneficiosos del tipo: “ La ansiedad no es peligrosa, solo incómoda”, “puedo estar ansioso y seguir con lo que estoy haciendo”, “la ansiedad es un estado, ni bueno ni malo”, “no me importa lo que piensen los otros, debo cuidar de mi y de mis necesidades”, etc…

Realizar ejercicios de relajación y centramiento en lo corporal y en la respiración, ya sea dedicando unos minutos diarios durante el día o bien antes de ir a dormir.

Las actividades artísticas también son una fuente eficiente en la canalización de la ansiedad; pintura, escritura, teatro, etc… Algunas personas les ayuda empezar un diario personal o simplemente practicar la escritura automática. También las actividades sociales son un buen sistema para desconectar de nuestra mente y relajarnos.

Centrarse en el bienestar propio, poner límites y saber decir no cuando convenga.


Si la ansiedad es un problema en tu vida, te puedo ayudar. LLámame o WhatsApp a 645 368 714 o bien escribe a lesbcn13@gmail.com

Por último, si todo esto no funciona, sería conveniente pedir ayuda, para de esta forma conocer cúal es el motivo que genera la ansiedad. A veces es difícil ver por uno mismo lo que no funciona, por este motivo es recomendable ayuda profesional que nos aporte una visión externa y objetiva de lo que nos está pasando.

La terapia es un servicio a tu disposición para ayudarte a superar los momentos difíciles que todos pasamos en nuestra vida. Un proceso de terapia te permite aprender sobre ti mismo y sobre los recursos de los que dispones, para enfrentarte a situaciones que te provocan sufrimiento, como la ansiedad, de una forma más saludable. 

Leslie Beebe

CONTACTO:




Comentarios

Entradas populares