Como Superar Los Celos
Como Superar Los Celos. Cuando hablamos de celos nos referimos a una respuesta
emocional que surge ante una amenaza que percibimos pone en peligro algo o
alguien que consideramos de nuestra propiedad. Si nos focalizamos en los celos
que aparecen en el ámbito de la pareja, estaríamos hablando de toda una serie
de miedos que aparecen relacionados con la posibilidad de que la relación se
acabe, principalmente, perder a nuestra pareja. Derivado de este miedo, aparecen otros como el miedo a que mi pareja me sea infiel, miedo a ser
engañado o traicionado por la pareja, miedo a ser substituido por otra persona
en la relación, etc…
El problema de los celos no reside tanto en sentirlos, pues
en toda relación pueden aparecer en algún momento, sino en la intensidad como
se viven y en la forma como influyen en nuestra conducta. También es importante
tener en cuenta si los celos aparecen por un motivo justificado o no.
Cuando los celos pasan a ser un tema obsesivo, que genera ansiedad y que deriva en querer mantener bajo control a la pareja, entonces tenemos un problema; es lo que denominamos como celos patológicos. En estos casos lo más recomendable es acudir a un profesional de la terapia que nos ayude a recuperar la confianza y el equilibrio emocional perdido.
A continuación os comento un poco más sobre el funcionamiento
de los celos:
Es importante entender que los celos están directamente
relacionados con una baja autoestima, lo que deriva en una elevada inseguridad
personal. La persona insegura empieza a pensar que otras personas, que están en
la órbita de su pareja, pueden ser candidatos más idóneos que él o ella en el
rol de pareja. Este pensamiento provoca que la persona celosa empiece a
interpretar las acciones de su pareja de una forma distorsionada e irracional.
Por ejemplo que la pareja asista a una cena con amigos o una llamada telefónica
que pueda recibir al llegar del trabajo hacen saltar todas las alarmas.
Con el objetivo de mitigar estas dudas y reducir su ansiedad,
la persona celosa empieza a poner en marcha toda una serie de conductas de
vigilancia hacía su pareja, con la finalidad de controlar todo lo que ésta hace,
y así reducir sus temores y su ansiedad. Aunque en un primer momento el celoso
cree que su actitud de supervisión y control va a funcionar, al poco
tiempo descubre que únicamente le sirve para generarle más dudas respecto a la
fidelidad de su pareja. Desde esta
actitud de incertidumbre y suspicacia la persona celosa nunca puede encontrar
respuestas definitivas que le satisfagan, pues debido a su inseguridad
personal, vuelven a surgirle más dudas y nuevos motivos de sospecha, por lo
acaba sumido en un bucle, donde inseguridad y deseos de control van en aumento.
Si sientes que los celos son un obstáculo en tu vida de pareja, la terapia puede ayudarte. LLama o Whatsapp al 645 368 714 o bien rellena el formulario de contacto.
El comportamiento celoso
tiene graves repercusiones en diferentes ámbitos, primero para la
persona que lo vive, después para la persona que recibe esta conducta, y por
último para la relación de pareja como tal.
Aunque la percepción que tiene el celoso sobre la realidad es
distorsionada, la persona lo vive como algo muy real. La persona celosa cree
erróneamente que llegará un punto en que el control sobre el otro le
proporcionará una seguridad total, la cual le permitirá por fin quedarse tranquilo.
Nada más lejos de la realidad, pues como más control ejerce sobre su pareja,
más dudas le surgen. Este anhelo nunca satisfecho genera en la persona mucha
ansiedad, también cansancio por la cantidad de energía invertida, a la vez que malestar, el cual se suele
manifestar a través del enfado y la irritabilidad.
Para la pareja, aunque en un primer momento la atención
recibida por el celoso pueda ser recibida como una muestra de amor, e incluso
hacerle cierta gracia, al poco tiempo se da cuenta de qué le supone vivir la
relación desde una conducta cada vez más opresiva. Los intentos permanentes de
control de la persona celosa generan en la pareja una sensación de agobio, al
verse obligada a dar toda una serie de explicaciones sin ningún motivo
aparente. Esta presión por estar siempre en el punto de mira, por tener que ser
cuestionado y controlado en todo momento, provocan en la pareja un gran
malestar que suele derivar en trastornos de salud como nerviosismo y ansiedad.
La relación de pareja también se ve perjudicada cuando uno de
los miembros adopta una actitud celosa hacía el otro, deteriorándose la
relación con el paso del tiempo si no se toman medidas. Desde la desconfianza y
el estado de vigilancia constante la persona celosa empieza a relacionarse
con la pareja desde una actitud de censura y control, muy alejada del amor y la
confianza propia de una relación saludable. De esta forma el celoso empieza a
pedir explicaciones, a prohibir cosas y a interrogar a la pareja sobre sus
acciones, buscando pruebas de su infidelidad. Esta actitud crea un ambiente de
tensión, discusiones y desconfianza que alejan cada vez más a la pareja.
Finalmente, y si no se toman medidas, los pronósticos que
hace la persona celosa de que la pareja terminará por dejarle se convierten en
realidad, como una auto profecía que se acaba cumpliendo. Contrariamente a las
ideas irracionales de la persona celosa, la pareja no se rompe por la aparición
de una tercera persona, sino porque sus propios miedos le llevan a actuar de tal
forma que la situación más temida se acaba cumpliendo.
¿Cómo podemos gestionar
los celos y salir de este bucle de desconfianza y destrucción de la pareja?.
Como hemos comentado anteriormente
si estamos viviendo una situación de celos patológicos, la mejor opción es
recurrir a la ayuda terapéutica. No obstante aquí os dejo algunos consejos que
os permitirán reflexionar sobre los celos:
1. Debemos pensar que nuestra pareja nos quiere tal y como
somos, con nuestras virtudes y nuestros defectos, al igual que nosotros a ella.
Sin embargo no debemos mezclar dos aspectos que habitualmente son fuente de
confusión; el primero es el amor que sentimos por nosotros mismos y la
valoración que hacemos de nuestra persona. Esto tendría que ver con nuestra
autoestima, y podríamos decir que es la base que posibilita que después pueda
surgir el amor hacía nuestra pareja.
El segundo aspecto es el amor que recibimos de nuestra pareja, el cual tendría más que ver con elementos como el cariño, la ternura, la tolerancia, el respeto y la comprensión mutua. Un aspecto no debe confundirse con el otro, es decir no podemos esperar que nuestra pareja nos dé el amor que nosotros debemos sentir hacía nosotros mismos. Asimismo cuando la persona no se valora ni se quiere a sí misma, difícilmente puede dar y compartir el amor con su pareja. En estos casos es frecuente la aparición de una dinámica de dependencia emocional, donde la relación se establece desde la dependencia y no desde la libertad.
El segundo aspecto es el amor que recibimos de nuestra pareja, el cual tendría más que ver con elementos como el cariño, la ternura, la tolerancia, el respeto y la comprensión mutua. Un aspecto no debe confundirse con el otro, es decir no podemos esperar que nuestra pareja nos dé el amor que nosotros debemos sentir hacía nosotros mismos. Asimismo cuando la persona no se valora ni se quiere a sí misma, difícilmente puede dar y compartir el amor con su pareja. En estos casos es frecuente la aparición de una dinámica de dependencia emocional, donde la relación se establece desde la dependencia y no desde la libertad.
En casos de dependencia emocional uno de los miembros vive
por y para su pareja, sin ella se encuentra perdido, y la simple idea de poder
perder al otro le provoca una gran angustia. El dependiente emocional no puede
poner límites, está en total confluencia con el otro, hasta llegar al punto que
su equilibrio emocional, así como su valoración personal y autoestima dependen
totalmente de la otra persona. En estos casos es frecuente la aparición de
celos patológicos, para así tener controlada en todo momento a la pareja, creyendo que así evita aquello que más teme, que el otro le abandone.
2. La persona celosa tiene tendencia a creer que su pareja es
la culpable de aquello que le sucede. Es importante entender que yo soy el
único responsable de mis emociones y sentimientos; no es mi pareja quien me
pone celoso, soy yo quien no gestiono bien mis emociones. Cuando culpamos a
otra persona de lo que nos pasa evitamos responsabilizarnos y cerramos así la
oportunidad del cambio.
3. Si aparecen dudas respecto a nuestra pareja, es importante
compartirlas y hablar con ella sobre el tema. Si identificamos que existen
pruebas razonables que puedan hacernos sentir inquietos sobre el papel de
nuestra pareja en la relación, debemos comunicárselo, siempre desde el respeto
y con un tono conciliador, evitando los reproches y las malas formas. Se trata
de conocer cómo está la realidad de la situación, dando a conocer al otro como
nos ha hecho sentir su conducta, y aclarando posibles malentendidos que pudiese
haber.
4. Debemos entender que nadie nace celoso, y tampoco se trata
de una enfermedad, sino que en mi opinión estamos hablando de un patrón de
comportamiento disfuncional, una forma no adecuada de gestionar la relación de
pareja, la cual ha sido aprendida. Los motivos por los cuales la persona puede
haber llegado a esta situación son múltiples; puede ser que los celos hayan
surgido a raíz de una experiencia con una ex pareja que no se acabó de sanar,
por un hecho traumático ocurrido en la infancia o bien por algún suceso
reciente que ha afectado la autoestima de la persona, como la pérdida del
trabajo. Sea cual sea el desencadenante, es importante entender que los intentos
de querer tener controlada a la pareja únicamente nos llevará a la ruptura de
la relación.
Si queremos recuperar nuestro equilibrio emocional, a la vez que salvar nuestra relación, debemos empezar a implementar formas de relación más saludables, basadas en el amor, el respeto y la confianza, alejándonos así de la inseguridad, la desconfianza y la infelicidad que generan los celos.
Si queremos recuperar nuestro equilibrio emocional, a la vez que salvar nuestra relación, debemos empezar a implementar formas de relación más saludables, basadas en el amor, el respeto y la confianza, alejándonos así de la inseguridad, la desconfianza y la infelicidad que generan los celos.
5. Si sentimos que los celos toman protagonismo en nuestra
persona, es recomendable analizar cómo se encuentran nuestros niveles de
autoestima. Para ello es importante tomar conciencia de cuáles son los pensamientos
respecto a nuestra persona; por ejemplo, si son pensamientos positivos, que
valoran nuestras aptitudes, y nos empujan a conseguir aquello que deseamos; o
bien son pensamientos que nos desvalorizan y que maltratan nuestra imagen
personal, llevándonos a una posición victimista y de bloqueo para pasar a la
acción. También es importante que estemos atentos a posibles señales de alarma,
que nos indiquen que los celos están tomando relevancia en la relación, para
ello podemos hacernos preguntas del siguiente tipo;
¿Siento cada vez más la necesidad de controlar a mi pareja?,
¿Últimamente me siento más a disgusto con las amistades de mi pareja?, ¿Son
habituales los reproches y las exigencias hacía mi pareja?, ¿Cada vez siento
más inseguridad respecto a mi pareja?.
Los pensamientos tóxicos y de desvalorización respecto a
nosotros mismos afectan nuestra autoestima y nos conducen a la comparación con
el resto de personas, lo que deriva en el surgimiento de un sentimiento de
inferioridad y de inseguridad personal, un entorno muy propicio para que surjan
los celos patológicos. En estos casos un trabajo terapéutico para mejorar los
niveles de autoestima es muy recomendable, tanto a nivel personal como para
recuperar la salud emocional de la pareja.
6. La persona que vive los celos patológicos se encuentra en
una situación de vigilancia constante, donde la mayoría de estímulos externos
son percibidos como una amenaza. Esta situación provoca que la persona tenga
pensamientos automáticos en los que la fantasía y la irracionalidad toman
protagonismo. En estos casos es importante que la persona analice la situación
y compruebe cuanto de realidad hay en esa interpretación; preguntas del
tipo:
¿Esta inseguridad que siento respecto a mi pareja qué tiene que ver
conmigo?¿Qué pruebas reales tengo que lo que pienso es una realidad?, ¿qué
utilidad tiene seguir dando vueltas al tema?, ¿puedo hacer algo sobre esto que
me preocupa?, etc.. todas ellas son
preguntas que nos centran en el presente, para así no dejarnos llevar por la
fantasía catastrófica de nuestra mente.
7. Un antídoto eficaz para los celos es fomentar la propia
vida personal, asegurándose que cada uno de los miembros de la pareja tenga su
propio espacio. De esta forma se favorece a no estar tan pendiente de qué hace
o deja de hacer la pareja. Esto significa emprender nuevos proyectos o empezar
nuevas aficiones que permitan a la persona conectar con la creatividad y las
ganas por hacer cosas nuevas. En este estado la persona gana en autonomía y
seguridad, reduciéndose así la posibilidad de que los celos tomen protagonismo
en la relación.
Por último decir que los celos patológicos generan en la
persona un gran sufrimiento, no obstante en un gran número de ocasiones la
persona celosa no admite ese problema, proyectándolo en su pareja, o bien no
queriéndole dar importancia al tema. Desde la dificultad de aceptar ese
problema, es muy improbable que la persona tome acción para resolverlo.
Por este motivo las personas del entorno, como la pareja, familiares o amigos adoptan un papel muy importante en hacerle ver a la persona celosa las consecuencias que tiene para él vivir desde la inseguridad y la desconfianza que despiertan los celos. Obviamente no se trata de responsabilizarse de su problema, ni tampoco de tomar ninguna decisión por él, pues la última palabra la tiene la persona celosa, simplemente de hacerle de espejo para que tome conciencia de la magnitud de su problema y así se decida a buscar ayuda.
Si quieres saber más sobre los celos, aquí te dejo otro de mis artículos sobre este tema:
Como gestionar los celos
Por este motivo las personas del entorno, como la pareja, familiares o amigos adoptan un papel muy importante en hacerle ver a la persona celosa las consecuencias que tiene para él vivir desde la inseguridad y la desconfianza que despiertan los celos. Obviamente no se trata de responsabilizarse de su problema, ni tampoco de tomar ninguna decisión por él, pues la última palabra la tiene la persona celosa, simplemente de hacerle de espejo para que tome conciencia de la magnitud de su problema y así se decida a buscar ayuda.
Si quieres saber más sobre los celos, aquí te dejo otro de mis artículos sobre este tema:
Como gestionar los celos
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