Como Superar el Miedo a la Muerte
Esta carta del Tarot es el arcano número XIII, La Muerte. Es
una carta que tiene número pero no tiene nombre, pues antiguamente existía la
creencia que nombrar la muerte significaba atraerla. Curiosamente no es la
última carta del tarot, por lo que ya nos revela que la muerte tiene más que
ver con la conclusión de un ciclo, que no un final definitivo. Multitud de
creencias y religiones han adoptado esta idea para dar una explicación sobre la
muerte. No obstante, el hecho que nadie haya vuelto de ella genera en nosotros
una elevada incertidumbre por saber qué nos va a pasar una vez muertos, así
como un gran temor ante la idea de morir.
La relación que nuestra cultura occidental ha tenido con la
muerte ha cambiado sustancialmente a lo largo de los años. Antiguamente la
muerte era algo respetado y honrado, mientras que en la actualidad se ha
convertido en un tema tabú del que es mejor no hablar. En el pasado cuando
alguien moría su cadáver era velado en casa, todos los familiares, incluso los
niños, despedían al difunto y honraban su presencia. Actualmente todo ha cambiado. Nadie quiere
hablar sobre la muerte, los adultos protegemos a los niños de su presencia, no
queremos hablar de ella para no sobresaltarles, haciéndoles creer que viven en
un mundo en que no hay dolor, evitando así que contacten con la fragilidad y la
vulnerabilidad propia de esos duros momentos.
Como adultos nos posicionamos ante la muerte desde una
posición infantil, para no reconocer lo obvio, y es que todos tenemos un final.
La sociedad tecnológica y avanzada en la que vivimos nos estimula a no pensar
en la muerte, como si existiese una fórmula para evitarla.
El mercado de consumo nos vende multitud de productos con el
mensaje que lo deseable es vivir eternamente jóvenes. Mantenemos la creencia que si disimulamos lo
suficiente quizás la muerte no nos llegue a afectar, y en consecuencia podamos vivir para siempre. Esta actitud de no querer admitir la muerte como algo
natural, nos conduce a vivir el miedo que produce la muerte con una mayor
resistencia, y por tanto con un mayor sufrimiento hacía ella. La muerte se
encuentra más presente en nuestra vida de lo que muchas veces pensamos, de
hecho células de nuestro cuerpo mueren cada día en nuestro organismo, mientras
otras nacen; es parte de la vida, pero también de la muerte.
Pero, ¿qué nos asusta
de la muerte?. Para contestar a esta pregunta primero quiero comentar que
el miedo a morir es lógico y normal, a la vez que necesario. El miedo como
emoción nos advierte de un peligro externo que nos puede dañar, en consecuencia
qué mayor peligro que el dejar de existir. No podemos vivir sin miedo a la muerte, es
inherente a estar vivos. No sentir ese miedo nos convertiría en personas
temerarias y extremadamente osadas ante los peligros del entorno, por lo que
nuestro tiempo de vida sería muy limitado.
Otra cosa distinta son aquellas personas que viven el miedo a
la muerte como una fobia, es lo que se denomina como tanatofobia. La
tanatofobia es el miedo anormal e injustificado a la muerte. En estos casos el
miedo a morir puede derivar en otras fobias, como la hipocondría, y supone grandes
limitaciones en la vida de la persona, como puede ser la incapacidad para salir
de viaje, el sentirse impedido para conducir e incluso el ser incapaz de salir
de salir de casa por miedo a los espacios públicos (como es el caso de la
agorafobia).
A continuación voy a comentar algunas pautas que te pueden ayudar a relacionarte de una forma diferente con el miedo a la muerte.
1. Vida y muerte son dos caras de la misma moneda, una no
puede existir sin la otra. Saber que existe un límite te permitirá tomar
conciencia del don de la vida, por tanto te habilitará para empezar a valorar
cada momento que vives, así como apreciar aquello que realmente es importante
en tu vida; familia, salud, amigos…
2. Comprende que no tienes ningún control sobre el tiempo ni tampoco
sobre el momento que vas a morir. La incertidumbre de no saber qué nos va a
pasar una vez muertos parte de nuestro anhelo de querer controlar la situación,
el miedo a lo desconocido que tan presente está en nuestras vidas. No obstante es
importante que entiendas que querer controlar aquello sobre lo que no tienes control únicamente te va a generar más ansiedad.
Para evitar el impulso por controlar es importante que tomes una mayor conciencia
del momento presente. Seguramente si analizas tus pensamientos te darás cuenta
que una mínima parte de ellos se refieren al presente, pues se
focalizan más en tu pasado y en tu futuro.
Aunque el pasado nos permite aprender de las experiencias de
la vida, no es bueno quedarse anclado a él de forma melancólica, o bien culpabilizándonos
por algo que hicimos o dejamos de hacer en su momento. De la misma forma,
aunque es importante tener cierta previsión de futuro, para marcarnos objetivos
y enfocarnos en el camino a seguir, no es saludable estar viviendo pendientes
de un futuro que aún no ha llegado, en la mayoría de ocasiones con pensamientos
negativos o catastrofistas. Focalizarnos
demasiado en nuestro pasado o en nuestro futuro únicamente nos conduce a perder
la vivencia del momento presente. Para aprender a tomar una mayor conciencia de
tu presente puedes practicar meditación o ciertas técnicas de Mindfulness que
te ayuden a contactar con el aquí y ahora.
3. Tomar conciencia de la finitud de la vida nos pone de
relevancia aquello importante en nuestra vida, por este motivo es importante
que respondas a preguntas del siguiente tipo; “¿Qué es importante en tu vida?, “¿Qué valores y creencias son
importantes para ti?, ¿Estás haciendo realmente lo que quieres con tu vida, y
si no es así cúal es el motivo?, ¿Con qué aspectos de tu vida no estás
satisfecho, qué te impide cambiarlo?”. Responder a estas preguntas te puede
ayudar a tomar conciencia de cómo se encuentra tu vida actual, para así darte cuenta de aquellos
aspectos que te gustaría cambiar. En
palabras del filósofo Osho:
“La verdadera pregunta
no es si existe la vida después de la muerte. La verdadera pregunta es si estás
viviendo antes de morir”
4. Revisa si tu miedo a la muerte puede tener alguna relación
con alguna experiencia traumática que hayas vivido en el pasado, o bien si es
un miedo que aparece en determinadas circunstancias de tu vida; por ejemplo
puede ser que lo relaciones con situaciones donde te sientes frustrado porqué
la vida no es como tú quieres, momentos en los que sientes que no controlas
algún aspecto de tu vida, o bien circunstancias en las que te culpabilizas por
algo.
5. Analiza cúal es tu mayor temor ante la muerte. Algunas
personas comentan al respecto su miedo a perder la consciencia, otros su temor al
sufrimiento y hay quién lo expresa como su miedo a abandonar a sus seres
queridos. Conocer cúal es el mayor miedo a la muerte te dará pistas sobre cómo
gestionar mejor ese miedo. Por ejemplo si tu mayor miedo es dejar a tus seres
queridos puedes revisar cómo se encuentran tus relaciones actuales, y así tomar
conciencia de qué podrías hacer para mejorarlas. Si tu miedo se relaciona con
el deterioro físico puedes analizar como cuidas de tu cuerpo, revisar tu
alimentación y plantearte hacer más ejercicio.
6. Recuerda que vivir en consonancia con aquello que eres,
según tus deseos y necesidades, te permitirá vivir de una forma más plena, por
lo que tu miedo a la muerte se reducirá. Plantéate si estás viviendo la vida
qué quieres vivir o bien si estás más pendiente de vivir la vida según lo que
los otros opinen o piensen de ti. No hay mejor antídoto para superar el miedo a
la muerte que ser consciente que vives la vida que deseas vivir. En palabras de la escritora Anaïs Nin:
“Las personas que viven
profundamente no tienen miedo a la muerte”
7. Tomar conciencia de la finitud de la vida también te
permite preguntarte como te gustaría ser recordado y qué deseas dejar en esta
vida para contribuir a hacer del mundo un lugar mejor. Si ya has respondido a la pregunta plantéate qué camino
debes seguir para conseguirlo, recuerda que nunca es tarde mientras estés vivo. Hace un tiempo leí una frase al respecto que creo describe este
aspecto a la perfección:
“Recuerda que no puedes
llevarte nada de lo que recibiste en esta vida, solo lo que diste”
Leslie Beebe
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