Perdonar una Infidelidad
Perdonar una infidelidad. La infidelidad es una de las principales causas de separación
en las parejas. Los motivos que la persona infiel justifica para tal acto son
diversos; el aburrimiento, la curiosidad, o simplemente que se dieron las
circunstancias propicias para ello. Sin embargo, en mi opinión, un gran porcentaje de
las infidelidades son síntoma de algún tipo de insatisfacción que la persona siente
respecto a la relación o bien consigo mismo.
La persona infiel, en vez de expresar ese malestar a su
pareja, lo que hace es desviar la atención, buscando una solución fuera de la
relación. La infidelidad es una vía para no enfrentarse a una realidad, que en
la mayoría de ocasiones, se presenta como desagradable.
Por norma general la infidelidad es un acto que no tiene una
salida exitosa; en primer lugar porque la pareja se suele acabar enterando, con
el impacto emocional y las repercusiones negativas que esto provoca en la
relación y en la vida de la persona. En segundo lugar, y como hemos dicho anteriormente, muchas
infidelidades son producto de la evitación por no querer enfrentarse a un
problema determinado. Cuando evitamos lo único que conseguimos es que la situación
se enquiste, manteniendo el malestar hasta que nos decidamos a abordar el tema.
Para el agraviado enterarse de que su pareja le ha sido
infiel representa un shock, con el consecuente dolor emocional. Multitud de emociones desagradables van a
aflorar en esos difíciles momentos, como la sensación de sentirse traicionado,
humillado, engañado o utilizado, entre otros.
Cuando se descubre una infidelidad la ilusión de la “media
naranja” se rompe, la imagen de la pareja cambia, y la confianza en el otro se
pierde. Volver a recuperar la confianza en la pareja no es imposible, pero va a
ser una tarea que requerirá de tiempo y de un esfuerzo conjunto, si es que
ambos miembros desean seguir con la relación. En un gran número de ocasiones al
agraviado le es imposible perdonar y olvidar lo sucedido, por lo que la
relación acaba terminando.
Es habitual que el descubrimiento de la infidelidad afecte la autoestima del que ha sido engañado, aun más cuando los niveles de
autoestima de esa persona son bajos. La pareja engañada se pregunta qué ha
debido hacer mal para que la infidelidad se haya producido. Piensa que quizás
no ha estado a la altura, y que no ha dado al otro aquello que necesitaba. En
muchos casos estas ideas derivan en un intenso sentimiento de culpa, que
dificulta enormemente la posibilidad de restablecer la relación.
Si este es el caso, debemos tener claro que el único culpable
de la situación es la persona que ha cometido la infidelidad, el que ha
traicionado el acuerdo de pareja, y no el que la ha sufrido. La infidelidad
nunca puede ser una justificación por los posibles problemas que esté
atravesando la pareja, simplemente es un acto de irresponsabilidad por parte de
quien la comete.
Una vez descubierta una infidelidad aparecen en la persona
traicionada multitud de preguntas; ¿Debo
perdonarle?, ¿Es posible volver a confiar en el/ella?, ¿Es mejor acabar la
relación o luchar por ella?, ¿Cómo perdono esta traición?, etc…
La primera pauta a seguir en esos duros momentos es no
querer correr en decidir nada, son momentos de un gran dolor emocional y por
este motivo es necesario dejarse un tiempo prudencial para ver cómo nos
sentimos al respecto. Es importante evitar que otras personas como la propia
pareja, amigos o la familia presionen para que se tome una decisión. Debemos
tener claro que es nuestra decisión, y en este sentido también deberíamos
alejarnos de creencias familiares auto impuestas relacionadas con el tema, como aquellas
que nos lanzan mensajes del tipo: “la
familia debe permanecer unida”, ”una
mujer necesita a un hombre”, y otras de similares.
Una vez pasado un tiempo prudencial, algunos aspectos que
podemos considerar a la hora de tomar una decisión son los siguientes:
Como ha sido la
infidelidad; ¿Fue una relación sexual esporádica o ha
sido una relación duradera?, ¿Cómo te sientes al respecto?, ¿Pasado un tiempo
cómo crees que te sentirás si lo perdonas?. Existen personas, sobre todo
mujeres, a las que les es más fácil perdonar un desliz sexual que una relación
sentimental, mientras que en los hombres la tendencia suele ser la inversa.
Causas que han motivado
la infidelidad. Es
aconsejable que una vez pasado el primer momento de ira y enfado, te puedas
sentar con la pareja para así poner las cartas encima de la mesa. La persona
infiel debería decirte cuales han sido las motivaciones que le han llevado a
actuar así, y si cree que existen carencias en la relación. Sería importante
revisar entre ambos aspectos de peso en la pareja, y que pueden haber
influenciado en la situación actual como; la comunicación, la sexualidad, el grado de confianza
en el otro y el cariño en la relación.
El daño causado. Existen personas a las que les es
más fácil pasar página después de una infidelidad y otras no tanto. Puedes
preguntarte si te ves capaz de seguir adelante con la relación, dando una oportunidad
a un nuevo inicio, o bien crees que te va a ser imposible perdonarlo. Quedarse
con la ira y el reproche hacía el otro no son buenos ingredientes para
continuar la relación.
La confianza dañada. Plantéate si después de todo lo que
ha sucedido crees que puedes volver a confiar en tu pareja y tener una relación
satisfactoria con ella.
Tus sentimientos hacía
la otra persona. Los
años juntos, los momentos felices y los proyectos conjuntos son
aspectos a tener en cuenta a la hora de tomar una decisión. Como hemos dicho
perdonar al otro y abrir la posibilidad de continuar la relación debe ser una
decisión meditada, y por ello no debería ser tomada en los primeros momentos de
ira y dolor.
Una vez consideradas estas cuestiones quizás quieras dar una
oportunidad a la relación, o bien desees terminar con ella. Date cuenta que no
es fácil perdonar, pero si lo haces debes hacerlo con conciencia, es decir
haciendo borrón y cuenta nueva. No se vale decir al otro que le perdonas, para
después en cualquier discusión futura volverle a sacar el tema a relucir, o
bien convertirte en una persona desconfiada y celosa dentro de la relación.
Si has vivido una infidelidad en tu pareja, la terapia puede ayudarte. Rellena el formulario de contacto, o bien llama o whatsapp al 645 368 714 y te informaré sin compromiso.
En lo que respecta al perdón debes tener claro lo siguiente:
El perdón no significa
olvidar lo ocurrido.
De hecho tener la capacidad de recordar lo ocurrido, desde la aceptación y no
el rencor, puede ser una forma de crecimiento y aprendizaje para la pareja. Si
se llega al compromiso mutuo de seguir con la relación y se perdona de forma
sincera, la crisis vivida puede ser el punto de inflexión hacía una unión más
fuerte y sincera con la pareja.
Perdonar no es siempre
sinónimo de reconciliación. Reconciliarse con el otro va más allá del simple perdón. Tampoco
perdonar significa necesariamente retomar la relación. El perdón es un paso
necesario, pero se requieren de otros elementos para continuar con la relación
como el compromiso, la constancia, la sinceridad y la responsabilidad personal,
entre otros.
Perdonar no es signo de
debilidad. A veces
creemos de forma errónea que si nos quedamos en el enfado, el rencor y las
ganas de venganza hacia el otro seremos más fuertes y no sentiremos tanto el
dolor por lo sucedido, cuando realmente no es así. Aunque es normal
conectar con el enfado en esos momentos, y por tanto es necesario y saludable dejarnos la
libertad para expresarlo, también es verdad que quedarse con el enfado no nos
ayudará ni a recuperar la relación, ni a seguir nuestro camino solos. Perdonar
es un paso difícil y valiente para el que ha sido traicionado, por lo que la
persona que ha sido infiel deberá ponerse manos a la obra para recuperar la
confianza perdida, demostrando que realmente desea, al igual que el agraviado,
continuar con la relación.
El perdón tampoco debe
ser minimizado. No
es suficiente un “te perdono y ya está”,
sino que el perdón ha de llevar consigo cambios en la pareja para así adaptarse
a una nueva realidad. En estos cambios el trabajo y el compromiso de los dos
miembros de la pareja es fundamental.
Si acabas de vivir una situación de infidelidad, o bien tu
pareja y tú deseáis darle una nueva oportunidad a vuestra relación, la terapia,
ya sea individual o de pareja, puede ser de gran ayuda en estos momentos.
"Perdonar no es olvidar el daño, es recordarlo sin odio ni rencor". Walter Riso
Leslie Beebe
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