Autoconcepto y Creencias Limitantes
Autoconcepto y creencias limitantes. Una gran parte de nuestro sufrimiento y malestar deriva de nuestros
pensamientos. Según la escritora Sharon M. Koenig, durante el día pasan unos 60.000
pensamientos por nuestra mente, gran parte de ellos negativos. El origen de la
mayoría de este tipo de pensamientos se encuentra en nuestras creencias, así
como en lo que se denomina como autoconcepto personal.
El autoconcepto es la opinión que tenemos sobre nuestra persona. El autoconcepto comprende todas aquellas ideas, hipótesis y creencias
que tenemos sobre nosotros mismos, es decir, la forma en la que nos percibimos y tratamos. Nuestro autoconcepto tiene su origen en
el momento que tomamos conciencia que somos una entidad separada de nuestra
madre, es decir a partir del año de vida aproximadamente.
Aunque a esas edades el darse cuenta sobre nosotros mismos es muy primario, con el paso del tiempo y de las experiencias vividas nuestro autoconcepto se irá desarrollando.
El autoconcepto se inicia a los 12 meses de vida
aproximadamente, sin embargo serán los primeros 7 /8 años (cuando se forma el
carácter), y en la época de la adolescencia, cuando estos cambios en el
autoconcepto serán más significativos.
Desde pequeños somos moldeados por la forma de ver el mundo
que tienen nuestros padres. Los padres son el espejo en el cual como niños nos
miramos, una imagen que determina como
supuestamente debemos ser y como tenemos que actuar ante el mundo. Como niños
lo que más deseamos es ser queridos y aceptados por los padres, y cumpliendo
ese anhelo sacrificamos gran parte de nuestra esencia personal para encajar con
la imagen que nuestros padres tienen de nosotros.
Vivimos nuestra infancia condicionados por multitud de creencias y valoraciones sobre el mundo y sobre nosotros mismos. Llegamos a escuchar tanto las ideas y creencias de nuestros padres, que acabamos creyendo a pies juntillas aquello que nos han enseñado. Damos por hecho que existe una única forma de ver el mundo y que nosotros somos de una forma determinada. No obstante lo peor de todo es que en muchas ocasiones repetimos ese modelo único el resto de nuestra vida. En este sentido no es casualidad encontrar en terapia personas que se ven a sí mismos repitiendo roles familiares nocivos, los cuales has sido heredados de sus padres y antepasados.
De adultos seguimos creyendo que la realidad es única y
universal, actuamos como si todas esas creencias aprendidas de niños fuesen
ciertas y por este motivo jamás las cuestionamos. De esta forma vivimos en
modo automático y de forma inconsciente, propiciando situaciones que nos
confirmen que aquellas creencias son ciertas.
Esta forma inconsciente y automática de funcionar nos suele
poner en situaciones en las que nos convertimos en nuestro propio enemigo,
desvalorizándonos y criticándonos por no cumplir con unas expectativas que poco
tienen que ver con nuestra esencia, y sí más con esa imagen que supuestamente
debemos cumplir.
Cuando no cuestionamos nuestras creencias, perdemos nuestra
libertad, como nos explica Jorge Bucay en su cuento del elefante amarrado. El
cuento explica que un elefante es amarrado de pequeño a una estaca con una fuerte
cadena. De mayor el elefante podría liberarse sin ningún problema de la cadena
que lo ata, sin embargo como siempre ha vivido amarrado no se plantea liberarse.
Una clara metáfora de como nuestras creencias inconscientes nos limitan para
conseguir la libertad de ser y de mostrarnos tal y como somos.
De todas estas creencias adquiridas surge una pobre imagen de
nosotros mismos, una baja autoestima que se alimenta de expresiones del tipo:
“No valgo”, “No soy
suficiente”, “No me lo merezco”, “No puedo”, “No lo conseguiré”, “Soy feo,
bajo…”, etc…
Esta autocrítica y desvalorización constante provoca que aparezcan en nosotros multitud de pensamientos de rechazo, los cuales derivan en
un malestar emocional e incluso físico. Dentro de nosotros experimentamos una
contrariedad constante, entre aquello que supuestamente deberíamos ser, y aquello
que en esencia somos. Como consecuencia de estas creencias limitantes vivimos
una vida en que no somos quienes realmente somos, y en que constantemente nos
estamos criticando por no ser lo suficientemente buenos o válidos. De adultos,
ya no nos hace falta el condicionamiento de nuestros padres, sino que ya llevamos
un “padre interiorizado” que se encarga de recordarnos todas esas creencias.
Ante ese malestar con nosotros mismos las reacciones que
habitualmente adoptamos son diversas.
Por
un lado podemos responsabilizarnos de aquello que nos pasa, iniciando así un
camino de crecimiento personal que nos permita conocer cómo hemos llegado hasta
aquí y tomar conciencia de las creencias que nos atan y nos hacen sufrir. A
partir de esta toma de responsabilidad personal podemos empezar el camino del cambio, sustituyendo patrones de
funcionamiento caducos, por otros de más saludables, que nos permitan vivir de
una forma más auténtica y sincera con nosotros mismos.
Por otro lado podemos seguir viviendo en automático, anestesiados,
viviendo un conflicto interno pero sin querer replantearnos nuestras creencias.
Cuando no nos responsabilizamos de nosotros y de nuestra vida la tendencia es
culpar al resto de personas, a nuestros padres y al mundo entero del
sufrimiento en el que vivimos.
Es habitual cuando tomamos el camino de la pasividad y la
victimización que alimentamos un autoconcepto negativo de nosotros mismos, lo
que perjudica seriamente nuestra autoestima. Como consecuencia de esta baja
autoestima es habitual establecer relaciones de dependencia, ya sea con drogas
u otro tipo de adicciones, o bien mantener relaciones con pareja tóxicas que nos
hacen sufrir, entrando así en un bucle del que es difícil escapar por uno mismo.
Si quieres enfrentarte a tus creencias limitantes y salir del
funcionamiento automático en el que vives, así como tomar conciencia de quién
eres y lo que realmente quieres en tu vida, la terapia puede ayudarte a
encontrar el camino.
A continuación te dejo con otro de mis antiguos artículos sobre los pensamientos negativos y las creencias limitantes:
Como cambiar los pensamientos negativos
A continuación te dejo con otro de mis antiguos artículos sobre los pensamientos negativos y las creencias limitantes:
Como cambiar los pensamientos negativos
Leslie Beebe
Terapia Gestalt en Barcelona
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