Como Relacionarte con el Miedo
Como relacionarte con el miedo Seguramente que en más de
una ocasión has sido consciente de como el miedo y las inseguridades te han
impedido conseguir aquello que querías. En la vida hacemos múltiples cosas por
miedo, y dejamos de hacer muchas otras también por el mismo motivo. En este
artículo explicaré con más detalle cómo mejorar nuestra relación con el miedo.
El miedo es una de las 4 emociones básicas, junto con la
alegría, la tristeza y la rabia. La función del miedo es adaptativa pues busca
protegernos de los peligros del entorno que nos pueden dañar. El miedo ha
permitido que el hombre haya evolucionado como especie, dándole la opción de
enfrentarse, o bien escapar, de los peligros que le amenazaban. Sin el miedo nos
volveríamos unas personas inconscientes y temerarias, poniendo en peligro
nuestra integridad, por lo que el miedo es inherente a nuestro instinto de
supervivencia.
El miedo actúa como una señal de alarma que nos avisa de
posibles peligros y nos invita a ser precavidos. Además nos permite valorar los
riesgos y actuar en consecuencia. Cuando sentimos miedo hacemos un balance de
los recursos de los que disponemos para enfrentarnos al peligro. Si por ejemplo
tenemos un tigre delante, el balance será desfavorable, y en consecuencia el
nivel de miedo será elevado. Si nos enfrentamos con una amenaza menor, como un
mosquito, el balance será favorable, y por tanto el nivel de miedo será mínimo.
Sin embargo, en la sociedad en la que vivimos, los peligros
“reales” son escasos, por ejemplo no tenemos que enfrentarnos a animales
salvajes para poder comer, o a enemigos en una batalla para sobrevivir, sino
que muchos de nuestros miedos proceden de fantasías que suelen tener su origen
en nuestra baja autoestima y en múltiples inseguridades que nos afectan.
Algunos de los pensamientos que nos despiertan miedo tienen
que ver con pensamientos irracionales sobre nosotros mismos, y sobre el mundo
que nos rodea, del tipo: “No voy a poder
hacerlo”, “Me va a salir mal”, “Si no lo hago bien no me van a querer”, “Van a
pensar que no valgo”, etc… Todos estos pensamientos difieren según cada
persona, sin embargo en la mayoría de ocasiones están relacionados con nuestra
historia y evolución personal, así como con posibles traumas que hayamos vivido
en el pasado. Estos pensamientos limitantes son los que provocan que el miedo
actúe de forma sobreprotectora con nosotros. En estos casos el miedo en lugar
de alertarnos y prevenirnos ante posibles peligros, lo que hace es restringir
nuestra libertad. Como una madre sobreprotectora actúa con su hijo, lo mismo
hace el miedo con nosotros; nos vuelve unas personas más inseguras y más
dependientes, lo que supone un duro golpe para nuestra autoestima.
De esta forma entramos en un bucle tóxico que se
retroalimenta; como más pensamientos negativos y de inseguridad, mayor son las
circunstancias de la vida susceptibles de que surja el miedo, como mayor es el
sentimiento de miedo en nuestra vida, más inseguridad, lo cual vuelve a
generar más pensamientos limitantes.
El miedo sobreprotector tiene las siguientes consecuencias en
nuestra vida:
1. Limita nuestra libertad de acción y decisión.
2. Sobredimensiona la reacción ante el miedo y altera la
percepción sobre las consecuencias negativas que puede tener un determinado
acontecimiento o situación en nuestra vida.
3. Nos presiona para que evitemos enfrentarnos a nuestros
miedos; ya sea procastinando o bien no actuando ante una determinada situación.
Debemos tener claro que la única forma de superar nuestros
miedos es cambiar la percepción sobre ellos, eso significa poder vivir nuestros
miedos de una forma más objetiva y realista, y para ello el único camino es
enfrentarnos a aquello que nos da miedo.
Con el objetivo de que puedas gestionar tus miedos de una
forma más saludable, a continuación te dejo unas pautas que pueden ayudarte.
1. Debes tener en cuenta que para avanzar hay que correr
riesgos, no podemos tenerlo todo controlado, ni tampoco la certeza que todo va
a salir siempre como nosotros esperamos. Cuando algo sale mal no debe ser motivo
para desvalorizarnos, ni creer que no somos válidos, sino que debemos pensar que forma parte del
proceso de aprendizaje en nuestra vida. Si nos quedamos anclados en nuestras dudas
y miedos no avanzaremos, en cambio si experimentamos y nos abrimos a la
posibilidad de equivocarnos podremos aprender.
2. Diferencia entre tus miedos sobreprotectores y aquellos
que no lo son. Para ello debes tomar conciencia de tu diálogo interno. Si en tu
discurso hay ideas irracionales o creencias limitantes sobre tu persona mira de
cambiarlas por otras más realistas y positivas. Aunque al principio te cueste
incluir estas nuevas afirmaciones y creencias en tu diálogo, si eres
persistente verás cómo pronto tu estado emocional se beneficia de ellas.
3. Pon tu miedo en palabras. Escucha el mensaje de tu miedo y
házte preguntas del siguiente tipo:
” ¿Cúal es el mayor de
mis temores?”, “¿Realmente sus consecuencias
son tan terribles cómo imagino?”,
“¿Qué probabilidad tengo que mi miedo se convierta en realidad?”, “¿Qué
experiencias del pasado sustentan mi miedo?”,” ¿Si mi miedo es fundado, qué
podría hacer yo de diferente para que no volviese a suceder lo mismo?”.
Todas estas preguntas te ayudarán a enfrentarte a tus miedos.
Cuando optamos por confrontar nuestros miedos, en vez de huir de ellos, su
intensidad se reduce, pues constatamos que muchos de estos miedos únicamente se
encuentran en nuestra mente, y no en la realidad presente.
4. Recuerda que la intención de tu miedo no es hacerte la
vida imposible, ni tampoco que te enfades con él. En este sentido es importante
que dialogues con tu miedo desde el cariño. Muchos de nuestros miedos proceden
de nuestro niño herido, por lo que deben ser tratados desde la comprensión y el
apoyo, y no desde el enfado y la frustración. Como más oposición presentemos a
nuestros miedos, mayor bloqueo y sufrimiento viviremos. Ante todo recuerda que
no debes tener miedo al miedo.
5. Enfréntate a tus miedos. No hace falta que sea de una vez,
puedes hacerlo de forma progresiva, exponiéndote a tus miedos de forma gradual.
Puedes elaborar una lista con diferentes pasos que aumenten progresivamente en dificultad,
hasta que puedas superar tus miedos.
6. Por último es aconsejable la práctica de ejercicio físico,
así como la meditación y el Mindfulness. El ejercicio físico favorecerá a que
te sientas mejor contigo mismo, aumentando tu autoestima, mientras que el
Mindfulness te permitirá abrir un
espacio diario para calmar tu mente y focalizarte en el momento presente. Todos
ellos te ayudarán a centrarte en el aquí y ahora, tomar contacto con tu cuerpo
y reducir los pensamientos negativos y limitantes que alimentan tus miedos.
Si sientes que los miedos te limitan, la terapia puede
facilitarte las herramientas para que aprendas a superarlos. Llama o whatsapp
al 645 368 714, o bien rellena el formulario de contacto, y te informaré sin
compromiso.
“Todo lo que siempre
has querido, está al otro lado del miedo” George Addair
Si quieres conocer más sobre los miedos y como superarlos,
aquí te dejo otros de mis artículos sobre el tema:
Leslie Beebe
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