Vergüenza y Culpa


Vergüenza y culpa suelen ser dos aspectos que aparecen con mucha frecuencia en las sesiones de terapia. Ambos son un tipo de emoción secundaria, pues no nacen del centro instintivo de la persona, sino de la cultura y sociedad en la que vivimos. Nadie nace con culpa ni vergüenza, son ambos fenómenos culturales y sociales.


vergüenza y culpa


Desde pequeños se nos enseña a ser de una forma determinada, según aquello que se considera socialmente correcto. Como niños, percibimos que si no nos comportamos y actuamos de una forma determinada, nuestros padres no nos van a querer. De esta forma vamos creando toda una serie de máscaras, para así aprender a sobrevivir en nuestro mundo emocional, es lo que denominamos como ego.

El ego se estructura bajo la creencia que existe una única forma de ser y hacer las cosas, lo que significa que todo lo que se salga de este patrón va a ser rechazado por nuestro ego. Ante esta creencia no actuamos desde una esencia propia, desde una libertad de dejarnos ser, sino desde un presión por tener que alcanzar unas expectativas que suponemos debemos cumplir si queremos ser aceptados y amados por el mundo.Sin embargo el precio que pagamos con esta actitud es muy alto, pues conlleva una progresiva pérdida de nuestra esencia personal. 

En este proceso de desvinculación de aquello que somos, la culpa y la vergüenza juegan un papel importante. No obstante, no debemos confundir ambos términos, pues mientras la vergüenza tiene que ver con el ser, la culpa tiene que ver con el hacer. A continuación vamos a ver estas emociones con más detalle.

La vergüenza se expresa como una sensación de no tener derecho a ser, de no ser digno de pertenecer a un grupo o a un ámbito determinado. La vergüenza nos hace sentir que de alguna forma estamos fracasando como personas; bajo su influencia llegamos a creer que existe algo malo en nosotros, algo que no se adecua a los estándares que establece nuestro ego. Si esta emoción se mantiene en el tiempo, sus efectos son devastadores para la autoestima de la persona, conduciendo al estancamiento y en casos más graves a la depresión.


terapia culpa

La vergüenza suele conllevar una actitud de castigo desde la creencia “debo ser castigado porque hay algo deficiente en mi”. Esta creencia supone que la persona sienta miedo al abandono de las otras personas, por sentirse inadecuado. Asimismo este abandono también se expresa hacía sí mismo desde diferentes vertientes como puede ser el alejamiento del mundo y las relaciones, el estancamiento y la limitación de acción e incluso la dejadez en el cuidado personal.
Un ejemplo extremo de los efectos de la vergüenza los tenemos en los denominados johatsu de japón, personas que por vergüenza se aíslan completamente de la sociedad, aquí tenéis un artículo que lo explica:


https://magnet.xataka.com/preguntas-no-tan-frecuentes/johatsu-japoneses-cuando-vida-insoportable-que-borras-tu-rastro-tierra

La sanación de los efectos que la vergüenza provoca en la persona suele requerir de un proceso largo. No es fácil cambiar a corto plazo el autoconcepto que uno tiene de sí mismo, pues eso significa cuestionarse la propia identidad y replantearse toda una serie de creencias y valores que llevan muchos años instaurados en la propia persona. El trabajo terapéutico con la vergüenza pasa por no evitarla, para así experimentarla y asumir la responsabilidad que uno tiene sobre ella. En esta labor es importante distinguir si la vergüenza está motivada por algún aspecto del presente, o bien su origen se encuentra en algún hecho pasado. 

Mayoritariamente la vergüenza suele originarse en creencias y mandatos procedentes de la infancia. Cuando somos niños, y con el objetivo de  ser queridos por los mayores, pagamos el precio de aceptar algo que no nos es propio. Aprendemos a comportamos de una forma determinada, para así recibir el amor de nuestros padres. Con el paso de los años, y llegados a la edad adulta, es el momento de aceptar la responsabilidad de romper con esta dinámica y conectar con nuestra esencia. Cuantas veces nos ponemos en el rol de ese niño cuando somos adultos, buscando desde esa posición el reconocimiento y el amor de las otras personas, pero a la vez traicionando aquello que verdaderamente somos.

El camino de sanación de la vergüenza pasa por conseguir aceptarse y respetarse como uno es, en este sentido debemos plantearnos nuestro sistema de valores, teniendo claro que nadie vale más que nadie en nuestra vida. Otro aspecto a trabajar con la vergüenza es aceptar el error como una parte intrínseca de estar vivo, solo a través del error podemos aprender. Por último, el camino de sanación de la vergüenza pasa por aprender a creer en las propias posibilidades, recuperando de esta forma los niveles de autoestima perdidos.

terapia vergüenza

La culpa es una emoción diferente a la vergüenza, focalizada más en un fallo en el hacer que en el ser. Por norma general sentimos culpa cuando creemos que hemos roto alguna norma o código, o bien cuando sentimos que hemos hecho daño a alguien. También puede aparecer la culpa ante el miedo a ser castigado por haber infringido alguna norma. Las personas que se sienten culpables se focalizan en el error que han cometido, no como una vía de aprendizaje como sería lo saludable, sino como una forma de autocastigo. La persona culpable teme el castigo, sin embargo al mismo tiempo también lo espera, como una forma de redención; sienten que es el precio que deben pagar por el error cometido. En este sentido sería aconsejable cambiar términos como culpa y castigo, por otros más saludables como responsabilidad y reparación.

El trabajo en terapia con la culpa pasa por asumirla, no como una vía de castigo, sino como la aceptación de la responsabilidad sobre el acto cometido. El primer paso, en aquellos casos que sea posible, sería pedir perdón e intentar reparar el daño cometido. Una vez realizado este primer paso, la siguiente acción sería evitar martirizarnos con lo sucedido, aceptando aspectos como que somos humanos y como tal tenemos derecho a equivocarnos. Una vez se produce esta aceptación en nuestro interior, podemos plantearnos qué lectura extraemos de lo sucedido; una reflexión que nos debe servir como una forma de aprendizaje, para así actuar de forma diferente en el futuro.

Es fácil que vergüenza y culpa se mezclen entre sí, siendo a veces difícil distinguirlas, la vergüenza puede llevar a la culpa, y viceversa. Como hemos dicho anteriormente, es una dinámica en la que el ego y los mecanismos de defensa de la psique juegan un papel fundamental. Desde pequeños vamos formando un ego y unos mecanismos de defensa, los cuales nos ayudan a sobrevivir en nuestro mundo emocional. El objetivo es construir una apariencia, formar una identidad para ser queridos y aceptados, primero por nuestros padres, y posteriormente por el resto de personas. A medida que pasa el tiempo, la carga de mostrarse al mundo a través de esta apariencia se hace cada vez más pesada, lo que nos provoca sufrimiento. 

Cuando nos mostramos como aquello que no somos, estamos engañando al resto del mundo, pero lo más importante  también a nosotros mismos. Mantener este engaño supone una gran inversión de tiempo y energía, un desgaste que acaba por pasarnos factura, no solo a nivel emocional, sino también físico, somatizando ese malestar en el cuerpo. Este esfuerzo por mantener la apariencia y el engaño es en gran medida el responsable de que aparezcan sentimientos de vergüenza y culpa.


“La vergüenza no es culpa, la vergüenza está centrada en uno mismo, la culpa está centrada en el comportamiento. Es la diferencia de pensar “soy malo” vs. “he hecho algo malo”. Brené Brown

La terapia nos permite tomar conciencia de la forma de funcionar de nuestro ego, a la vez que conectamos progresivamente con nuestra esencia, con aquella forma de ser y hacer que quedó enterrada bajo esas máscaras de apariencia.

Es un proceso de autoconocimiento que va a permitir sentirnos y actuar de una forma más libre, más en consonancia con aquello que somos, dejando atrás máscaras y apariencias. Esta libertad de ser nos permitirá liberarnos de la vergüenza y de la culpa que van asociadas a las dinámicas de funcionar de nuestro ego.

Si quieres conocer más, a continuación te dejo otro de mis artículos sobre el tema:

La culpa

Leslie Beebe
www.ansiedad.barcelona
https://www.saludterapia.com/terapeutas/t/f/4685-leslie-beebe-rodriguez.html

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