El Síndrome del Pensamiento Acelerado
El Síndrome del Pensamiento Acelerado. El Síndrome del
Pensamiento Acelerado (SPA) es un tipo de ansiedad descubierto por Augusto
Cury, un psiquiatra brasileño que ha atendido más de 20.000 citas durante su
carrera. Según Cury esta dolencia afecta actualmente a un número tan elevado de
personas que podría considerarse el mal de este siglo, por encima de la
depresión.
Cury define el SPA como una nueva forma de ansiedad, causada por el exceso de estímulos a los que nos vemos expuestos en la era digital en
la que vivimos. Esta hiperestimulación conduce a aumentar la velocidad del
pensamiento hasta niveles extremadamente elevados.
Al contrario de lo que podríamos llegar a pensar, la
sobreestimulación no significa que nos volvamos más rápidos mentalmente, sino
más ansiosos, pues pasamos de un estímulo a otro sin tiempo de procesar nada. Esta
actividad frenética nos vuelve incapaces de anclar nuestros pensamientos a la
memoria, y por tanto reducimos notablemente nuestra capacidad de almacenar
información. La realidad es que estamos recibiendo más estímulos por minuto de
los que somos capaces de procesar y almacenar en nuestra memoria.
El exceso de estímulos recibidos supone que se
pierda el foco de concentración; la persona dispone de multitud de
pensamientos, la mayoría de ellos inútiles y se ve incapaz de que éstos
permanezcan en su memoria. Así, podemos estar leyendo una página de un libro o
de un periódico y no ser capaces de recordar nada de lo leído.
La mayoría de trastornos de ansiedad, como el trastorno de
ansiedad generalizada, el trastorno obsesivo compulsivo, o la agorafobia, se
desarrollan como consecuencia de dificultades en el desarrollo de la
personalidad, momentos de crisis vividos, pérdidas importantes o traumas no
resueltos, sin embargo en el SPA no es así, pues su origen procede del actual
estilo de vida frenético en el que vivimos.
Según Cury los principales síntomas psíquicos del SPA son la precipitación
de pensamiento, es decir la tendencia a sufrir por algo antes de que suceda (si
es que acaba sucediendo), la dificultad para concentrarse y el déficit de
memoria. Otros síntomas que pueden aparecer son: una baja tolerancia al estrés
y a la frustración, irritabilidad, una infantilización de las emociones, la
imposibilidad de sostener la soledad creativa y una baja tolerancia a vivir con
personas más lentas.
Algunos de los síntomas físicos que se asocian al SPA son;
trastornos del sueño (dificultad para dormir o despertarse cansado), trastornos
intestinales, fatiga, irritabilidad, dolores de cabeza y musculares, y a veces
incluso aumento de la presión arterial.
Un gran porcentaje de los síntomas asociados al SPA son
comunes a otros tipos de trastornos de ansiedad, pero lo que le hace diferente al
SPA es la ausencia de traumas.
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A pesar de que actualmente no se cuenta con estadísticas, el
doctor Cury afirma, según su experiencia terapéutica, que entre el 70-80% de la
población, incluidos los niños, podría estar empezando a padecer de este síndrome, lo cual no es de extrañar en una sociedad cada vez más intoxicada por
la era digital.
Las consecuencias de sufrir este trastorno es la
insatisfacción crónica. Disponemos de tantos estímulos que es difícil poder
sentir placer. Así mismo el SPA aumenta los conflictos personales y sociales
enormemente, pues nos encontramos con personas altamente reactivas, irritables,
tensas y que les cuesta tolerar la frustración.
En el trabajo nos encontramos con personas con una baja
productividad, con menos iniciativa y faltos de ideas, y con unas respuestas
menos inteligentes. A los trabajadores les falta asertividad y conexión consigo
mismos. En las escuelas y universidades encontramos estudiantes que presentan
una dificultad para razonar y pensar por sí mismos, apareciendo también
problemas para concentrarse y memorizar contenidos.
El mejor camino para combatir el SPA es aprender a conectarse con el presente, apreciando la belleza que nos rodea. La era digital nos aísla
del momento presente, entrando en un mundo virtual focalizado en el futuro y en
la búsqueda de un constante placer, cuando paradójicamente este síndrome lo que acaba
provocando es insatisfacción crónica.
Actividades como el Mindfulness, la meditación o los
ejercicios de relajación pueden ayudar a fomentar el contacto con el presente. Otra
de las propuestas que nos puede ayudar a superar el SPA es reducir y limitar el
tiempo de uso de las nuevas tecnologías, sobre todo en los más jóvenes,
fomentando entre ellos otro tipo de actividades, como los juegos al aire libre y
el deporte.
“Hay que aprender a contemplar lo bello, que es rendirse y
quedar extasiado mientras uno observa cosas bellas, como la naturaleza de las
flores…” Augusto Cury
Si sientes que puedes estar sufriendo de SPA, o bien otro
tipo de trastorno de ansiedad, la terapia puede orientarte y ayudarte a
superarlo. Puedes pedir más información en ESTE ENLACE, o bien en el teléfono 645 368 714.
Leslie Beebe
Terapia Barcelona
Tel. 645 368 714
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