El trastorno de ansiedad generalizada
El trastorno de ansiedad generalizada. La ansiedad se ha convertido
para un gran número de personas en una compañera inseparable de camino. Un
estilo de vida que demanda resultados inmediatos, una necesidad por querer tenerlo
todo bajo control, un perfeccionismo exacerbado y un desconocimiento emocional a
la hora de gestionar la frustración y la incertidumbre propias de la vida misma,
son aspectos que han contribuido al aumento de los problemas de ansiedad entre
la población.
Un gran número de clientes que vienen a la consulta me hacen
la misma pregunta; ¿Cómo sé si la ansiedad se ha convertido en un trastorno?.
El primer paso si sientes que la ansiedad lleva un tiempo acompañándote y te limita
en tu vida diaria, es acudir al médico. El médico realizará el diagnóstico
apropiado y te asesorará sobre los pasos a seguir. Existen múltiples patologías
asociadas a la ansiedad como el trastorno de ansiedad generalizada, los
trastornos de pánico o el trastorno obsesivo compulsivo, entre otros, por lo
que es importante recibir un diagnóstico personalizado.
En este artículo hablaré sobre el trastorno de ansiedad
generalizada, uno de los trastornos más comunes entre las personas que sufren problemas
de ansiedad.
El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) se caracteriza
por sentir miedo y ansiedad ante un amplio número de situaciones o aspectos de
la vida, muchas veces sin que exista un motivo aparente para preocuparse. Por
norma general el tiempo requerido para ser diagnosticado de TAG es aproximadamente
de seis meses, tiempo durante el cual se han tenido que mantener los síntomas
asociados a este trastorno.
Las personas que sufren de TAG tienen dificultad para
concentrarse en las tareas diarias y para lidiar con situaciones de
incertidumbre, pues se encuentran focalizadas en sus preocupaciones y en la
ansiedad derivada de ellas. Estas personas se sienten fuertemente limitadas por
miedos que les impiden realizar labores cotidianas, las cuales no suponen ningún riesgo para la mayoría de la población. Así mismo suelen presentar dificultad a la
hora de relajarse, y así poder dejar las preocupaciones a un lado.
Seguramente si estás sufriendo de TAG te sientas ansioso la
mayoría de días, e incluso quizás no recuerdes la última vez que te sentiste
calmado y relajado. Quizás tus preocupaciones se refieren a temas tan habituales
como el dinero, el trabajo, la familia o la salud, sin embargo, el nivel de
preocupación para ti es mucho mayor que para el resto de personas, incluso
cuando no existe peligro alguno, lo que limita seriamente tu libertad personal.
A continuación voy a comentar algunas diferencias entre lo
que sería una preocupación común y las preocupaciones propias de un TAG.
En una situación común las preocupaciones no interfieren en
las actividades diarias, mientras que en el TAG la ansiedad y las
preocupaciones interfieren en aspectos tan relevantes como la vida social, la
vida familiar, el trabajo o las responsabilidades. Así mismo en la común las
preocupaciones son limitadas en el tiempo, mientras que en el TAG el estado de
ansiedad y preocupación se mantiene durante semanas.
En la situación común puedes percibir que las preocupaciones
y los pensamientos que te generan ansiedad son desagradables, sin embargo no te
provocan alteraciones importantes en tu vida diaria; tú te sientes en control de
estas preocupaciones. Por el contrario en el TAG las preocupaciones y la
ansiedad se convierten en una montaña dentro de tu mente, tomando el control de
tu persona. En estos momentos dejas de lado el resto de ámbitos de tu vida para
focalizar tu atención en aquello que pasa dentro de tu mente, entrando así en
un bucle de preocupación y ansiedad que se va retroalimentando.
Las preocupaciones diarias se caracterizan por estar
focalizadas en un número específico de problemas, mientras que en el TAG la sensación
es que estamos preocupados por todo, con la tendencia a esperar lo peor de cada
situación. En el TAG realmente nos sentimos superados por las circunstancias, pues
percibimos la realidad como un sinfín de problemas que creemos no vamos a poder
solucionar. De esta forma nos posicionamos en una actitud de hipervigilancia casi permanente.
Por último voy a comentar los síntomas que acompañan este
trastorno a nivel físico, cognitivo y conductual.
A nivel físico el TAG se caracteriza por mareos, fatiga,
tensión y dolor muscular, palpitaciones, sensación de ahogo, temblores, náuseas,
trastornos estomacales, dificultad para dormir, irritabilidad y falta de
apetito, entre otras.
A nivel cognitivo aparecen preocupaciones de todo tipo y la
tendencia es esperar lo peor de cada situación. La persona se ve limitada por
sus miedos, lo que se traduce en pensamientos de culpa y autocastigo, perjudicando
seriamente su autoestima. El simple hecho de tener que enfrentarse a la idea de pasar el día, ya es
en muchas ocasiones una fuente de ansiedad para quien padece de TAG.
A nivel conductual existe una imposibilidad para desconectar
del pensamiento y los problemas, lo que se traduce también en una dificultad
para relajarse. Es común que aparezca resistencia para socializar con otras
personas, así como también dificultad para enfocar la atención y concentrarse
en determinadas tareas. El miedo que acompaña este trastorno conduce a la persona
que lo padece a querer quedarse en casa, en su zona de confort, siendo todo lo
que sale de allí percibido como peligroso. Si este trastorno no se trata, puede
derivar en otros trastornos de ansiedad como la agorafobia u otro tipo de fobia.
Si has sido diagnosticado/a con TAG, e independientemente del
tipo de medicación prescrita por el médico, la opción más recomendable es
acudir a sesiones de psicoterapia. La terapia te permitirá conocer mejor como
funciona este trastorno, y te aportará herramientas para ayudarte a superarlo.
Si quieres más información sobre las sesiones de terapia,
puedes seguir ESTE ENLACE.
Así mismo, si quieres saber más sobre los trastornos de ansiedad,
aquí te dejo otros artículos relacionados con el tema, espero te sean de ayuda.
Leslie Beebe
Tel. 645 368 714
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