Los celos en la pareja
Los celos en la pareja. Uno de las temáticas que suele aparecer con más frecuencia en las sesiones de terapia de pareja son los celos. Los celos toman diferentes formas y manifestaciones, según la persona y el sistema relacional que se establezca con la pareja. No obstante, y según mi experiencia en terapia, he podido constatar unas ideas preconcebidas, y a la vez erróneas, que influyen en que los celos se conviertan en un serio problema para la relación.
La primera es que los celos son naturales en el ser humano,
parten de nuestro instinto de autoprotección. Pongamos como ejemplo los celos
que siente un niño ante la llegada de un hermano. El miedo que tiene este niño
a perder el amor y la atención de los padres, hace emerger en él los celos. Es
una reacción visceral y a la vez muy humana de supervivencia. Como los padres
van a gestionar este tema, es material para otro artículo.
Los celos en los adultos no obstante, son harina de otro
costal, y como tal, pueden acabar complicándose de tal forma que se conviertan
en una pesadilla para quien los padece y para su pareja; es lo que denominamos
como celos patológicos.
La segunda premisa es que como humanos, no somos perfectos,
todos llevamos nuestra herida de ser. Esta herida parte de una visión de carencia,
es decir que algo nos falta para estar completos; es una falta de conexión con
el amor. Para compensar esta sensación, aparece nuestro ego para tapar esa
herida. Los celos son una de las diversas reacciones del ego ante nuestra
herida de ser. De esta forma buscamos fuera lo que creemos es la cura para
nuestro malestar, cuando realmente la sanación de nuestra herida se encuentra
en nosotros mismos.
Un ejemplo es cuando buscamos en la pareja aquello que no nos
damos a nosotros mismos, como la aprobación o la valoración de nuestra persona.
Según el Eneagrama, un sistema dinámico que nos permite comprender los
diferentes tipos de personalidad, los seres humanos partimos de una de estas
tres heridas básicas; autoconfianza, autoestima y autoafirmación. Según el tipo
de herida nos encontramos con un tipo de personalidad u otro.
Autoconfianza. La herida se fundamenta en el miedo a la vida,
a creer que no se dispone de los recursos necesarios para poder enfrentarse a
ella.
Autoestima. Es una herida en que la persona no se siente
digna para ser querida, hay un claro enfoque en buscar la aprobación y la
valoración por parte del resto de personas de su entorno.
Autoafirmación. En este caso la herida radica en la falta de
presencia, al no sentirse con suficiente poder o influencia para relacionarse
con el mundo.
Una vez dicho esto, pasamos a centrarnos en los celos. Cuando
los celos nos dominan, se convierten en un problema para la dinámica relacional
de la pareja. Aunque la persona es consciente del sufrimiento que éstos le
provocan, y el daño que suponen para la relación, no puede evitar sentirlos, y
de esta forma actuar en consecuencia.
Por ejemplo una actitud típica de la persona celosa es el
control y la vigilancia constante sobre la pareja. La inseguridad, la sospecha
y la desconfianza en el otro se apoderan de la persona que sufre los celos.
1. El amor de pareja
se confunde erróneamente con el amor romántico. La relación de amor se concibe
como un enamoramiento al estilo hollywoodiense, el cual parte de una visión
idílica y nada realista de la relación. Por este motivo, y pasada la etapa de
enamoramiento, muchas personas se sienten decepcionadas al toparse con la
realidad de la pareja. Si quieres saber más sobre el amor romántico, AQUÍ te
dejo otro de mis artículos.
2. Para muchas personas iniciar una relación significa que el
deseo y la atracción se van a centrar en su pareja de forma exclusiva. Es como
si nos tuviésemos que volver ciegos e insensibles ante el resto del mundo cuando
estamos en pareja.
3. La persona que sufre los celos concibe la relación desde
la posesividad, la exclusividad y el control hacia su pareja. La persona celosa
no es libre en la relación, estableciendo un apego tóxico con su pareja. Una
relación que se vive desde la dependencia y no desde el amor.
4. Otra idea loca respecto al amor, es que éste se concibe
como algo limitado. El amor se vive como un bien escaso que se gasta con el
tiempo, en vez de verlo como un camino de evolución, cambio y aprendizaje.
5. Para que una relación de pareja funcione, la persona
celosa parte de la idea neurótica que debe portarse bien. De esta forma cree
evitar aquello que más teme; ser abandonada y quedarse sola. Desde este miedo a
ser uno misma, es imposible construir una relación de amor sincera y saludable.
6. Desde la tradición cultural, ha existido una diferenciación de
los celos según el género: mientras que en el hombre han sido vistos como una
demostración de amor, en la mujer se han manifestado como un síntoma de ser
histérica o neurótica.
7. Una actitud característica de los celos patológicos es la
comparación. La persona que sufre de celos parte de una idea muy pobre sobre sí
misma, comparándose constantemente con posibles rivales. Es una comparación en
la cual el celoso o la celosa siempre acaba perdiendo.
8. Otra de las ideas locas que favorece la aparición de los
celos es la idea de la media naranja. Desde esta idea se cree que cuando
encontremos a esa persona que nos completa seremos felices. Esta idea lleva
implícita la creencia que es imposible ser feliz sin nuestra media naranja.
9. Llegado a cierto momento de la vida, y sobre todo en lo
que hace referencia al género femenino, no tener pareja es concebido como un
fracaso. Algunas frases de la tradición popular así lo corroboran como “quedarse
para vestir santos”. Tradicionalmente, y de forma errónea, tener pareja se ha
relacionado con la satisfacción y el bienestar personal, mientras que estar
soltero se ha visto como un estado que conduce a la tristeza y la infelicidad.
Es común que esta creencia provoque graves problemas de
culpabilidad en la persona sin pareja, al sentirse como un bicho raro, sentirse
defectuosa, o creer que algo no debe estar haciendo bien, al no disponer de una
pareja.
10. Tradicionalmente, la relación de pareja se ha concebido
como algo doloroso, especialmente para la mujer, frases hechas lo confirman,
como; ”quien bien te quiere te hará llorar”. Estas frases son fruto de una idea
retrógrada y machista sobre la relación de pareja. Debes tener claro que si una
relación te hace sufrir, no es amor.
Este tipo de ideas y creencias han estado instaladas en
nuestro inconsciente colectivo durante mucho tiempo, perjudicando el buen funcionamiento
de las relaciones de pareja, y favoreciendo la aparición de los celos.
Si actualmente sufres a causa de los celos, la terapia puede
ayudarte. Clica en ESTE ENLACE y te informaré sin compromiso. Si quieres
conocer más sobre los celos, AQUÍ te dejo otro de mis artículos sobre el tema.
Leslie Beebe
Terapia Gestalt en Barcelona
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