Como mejorar la comunicación en pareja
Como mejorar la comunicación en pareja. Una comunicación eficiente es uno de los pilares básicos del
buen funcionamiento de la pareja. Sin embargo, con el paso del tiempo, es un
factor que suele descuidarse en la relación, lo que conduce a malentendidos,
discusiones y situaciones de tensión en la pareja.
Como superar una ruptura amorosa
Como abandonar una relación de pareja tóxica
Sin ti me muero (artículo de Sandra Valent)
En las sesiones de terapia
es común escuchar, en personas que llevan tiempo en su relación, expresiones
del siguiente tipo; “es que mi pareja no
me entiende /no me escucha”, “me siento atacado/a por mi pareja”, “nunca me
pregunta como me siento”, “no me tiene en cuenta en sus decisiones”… y
tantas otras que manifiestan una deficiente comunicación en la pareja.
Los problemas de comunicación pueden llevar a la pareja a
sentirse cada vez más alejados el uno del otro. Incluso aunque los dos miembros
quieran resolver la situación y comunicarse de una forma saludable, a veces no
poseen el conocimiento ni las herramientas necesarias para hacerlo. Si no se
pone remedio a este tipo de situaciones, una comunicación ineficiente puede
llevar, con el paso del tiempo, a la ruptura de la relación.
A continuación comentaré algunas pautas que nos pueden ayudar
a mejorar nuestras habilidades de comunicación en pareja. No obstante, antes de
eso, quiero remarcar unos factores básicos que debemos tener en cuenta a la
hora de plantearnos una buena comunicación.
El primero es fomentar una actitud de equipo en la pareja y
no de enfrentamiento a la hora de hablar sobre los problemas. Una eficiente
resolución de conflictos pasa por mantener una actitud de colaboración, y no de
rivalidad con el otro. La base de una buena comunicación es la voluntad de
construir y no de destruir. Cuando nos tomamos las cosas de forma personal, y
vamos a herir a nuestra pareja lo único que conseguimos es generar rencor y
malestar en la relación. Si sentimos que estamos enfadados, quizás no sea un buen
momento de hablar sobre aquello que nos preocupa, en consecuencia lo mejor es
que nos demos un respiro y dejemos la conversación para otro momento más
oportuno.
El segundo aspecto fundamental, relacionado con el primero,
es hablar desde la empatía y el cariño hacia nuestra pareja. En este sentido
debemos evitar que la conversación derive en una lucha de egos, por ver quien
tiene razón, y por tanto es importante que el diálogo se mantenga en un clima
de cooperación mutua.
El tercer y último aspecto es mantener una actitud de respeto
hacia el otro, lo que significa cuidar el tono y evitar entrar en insultos o
descalificaciones hacia la otra persona.
Una vez mencionado estos aspectos, os paso a comentar algunas
pautas que os pueden ayudar a la hora de comunicaros con vuestra pareja.
1. No des las cosas por supuestas y deja de interpretar.
Generalmente, cuando ya llevamos un tiempo con nuestra pareja, aparece la
tendencia a interpretar lo que la otra persona piensa o quiere respecto a un
tema determinado. En estos casos nos callamos y actuamos según creemos que la
otra persona piensa, lo que en muchas ocasiones nos conduce a malentendidos y a
discusiones posteriores. Los motivos de suponer y no decir nada pueden ser
múltiples; miedo al conflicto, miedo a que el otro se enfade, temor a ser
juzgado, etc… no obstante a veces el querer evitar estas situaciones,
justamente nos conduce a todo lo contrario. Por lo tanto si algo no entendemos
respecto a nuestra pareja, mantenemos dudas o no lo recibimos claramente, la
opción más saludable es preguntar siempre.
2. Deja un espacio para tu escucha. Es habitual que en las
conversaciones, en especial cuando hacen referencia a temas delicados y
susceptibles de generar conflicto, nos posicionemos únicamente en un rol de
emisor. Esta actitud significa que solo nos focalizamos en aquello que vamos a
decir cuando la otra persona acabe de hablar, olvidando escuchar los argumentos
del otro. A parte de que la otra persona pueda sentirse molesta, al ser
consciente de nuestra falta de escucha y de compresión hacía ella, mantener una
posición únicamente de emisor es un factor que impide una eficiente y saludable
comunicación. Es por este motivo que también debemos adoptar el rol de receptor en la
conversación, dejando un espacio para que la otra persona se exprese.
"Nuestro peor problema de comunicación es que no escuchamos para entender, sino que escuchamos para contestar" Anónimo
Es importante que como receptores mantengamos una escucha
externa; aquello que nos dice la persona, así como también una escucha interna;
es decir como nos hace sentir su mensaje. Darnos este tiempo de escucha nos permitirá
expresarnos de una forma más sincera y auténtica, facilitando la resolución de conflictos
y la posibilidad de llegar a acuerdos.
3. Toma conciencia del momento oportuno. Es recomendable que cuando se
tratan temas susceptibles de generar polémica se haga en un entorno relajado,
con tiempo y sin distracciones. Debe ser un momento en el cual los dos miembros
de la pareja se encuentren abiertos al diálogo, evitando así situaciones en que
uno puede estar cansado, estresado o simplemente distraído con otros temas. Los
estados de irritación y estrés siempre son un obstáculo para mantener una
eficiente comunicación en la pareja, derivando con toda probabilidad en un
enfrentamiento hostil.
4. Focaliza la conversación. Es conveniente discutir los
temas de uno en uno. Por esta razón es importante que tengamos muy presente
aquello que queremos comunicar al otro, sin irnos por las ramas, ni tampoco
sacar otros temas de conversación. Es habitual que cuando enfrentamos un tema,
surja por alguna de las partes reproches y críticas sobre hechos pasados. Si
ese es el caso, debemos reencuadrar y enfocarnos en el tema en cuestión, posponiendo
los temas pendientes para otro momento. Referirse a errores del pasado
únicamente conduce a una escala de confrontación, a una lucha de poder por ver
quien tiene la razón. De esta forma se pierde de vista el tema a tratar y se
imposibilita llegar a una solución.
5. Evita criticar y acusar. Es habitual que en las
conversaciones surjan momentos de tensión, los cuales se caracterizan por la
manifestación de críticas y reproches hacia el otro. Este tipo de comunicación
es recibida por la otra persona como una agresión, lo que conduce a que ésta
adopte una actitud defensiva y cerrada. En consecuencia, y para poder mantener
un diálogo saludable, es recomendable sustituir las acusaciones por preguntas,
y las demandas por peticiones. Aquí os dejo algunos ejemplos:
“Cuando hablamos quiero
que dejes el dichoso móvil” sustituirlo por “¿te importaría
dejar el móvil mientras hablamos?”
“Nunca me escuchas
cuando te hablo”
sustituirlo por “para mí sería importante
sentirme escuchada”
En esta línea es preferible hablar de hechos concretos, de lo
que la persona hace, y no ponerle una etiqueta por lo que es. Las etiquetas no
favorecen al cambio, todo lo contrario, pues la persona que las recibe se
siente juzgada y herida, adoptando una actitud defensiva. Por ejemplo:
“Eres un desastre, te
has vuelto a dejar las llaves” sustituirlo por “te
has vuelto a dejar las llaves, últimamente te olvidas mucho de las cosas”.
6. Evita la acumulación de emociones negativas. Es importante
que comuniquemos las quejas y los desacuerdos con nuestra pareja en el momento,
evitando así posponerlos y que se vayan acumulando en nuestra mochila
emocional. Se trata de poner encima de la mesa las quejas y el malestar en el
instante que sucedan y de forma asertiva, para así buscar la solución más
adecuada en cada caso.
7. Evita las generalizaciones. Términos generales como “siempre”, “nunca”, “todos”, raras veces
son ciertos y únicamente conducen a formar etiquetas. Es diferente decir; “Últimamente siento que no me escuchas”
que “siempre estás en la parra”.
8. Piensa antes de hablar. A veces la impaciencia y la
impulsividad nos pueden llevar a ser excesivamente sinceros con nuestra pareja,
sin tener en cuenta las consecuencias de nuestras palabras. Por ello es
importante hacer uso de la empatía, entendiendo como se puede sentir el otro
ante nuestras palabras, así como evaluando si éste es el mejor momento y la
mejor forma de comunicárselo. A veces nos pueden invadir sensaciones o
sentimientos pasajeros, que es mejor guardarse y esperar un tiempo para ver
como evolucionan. Por ejemplo; “Estoy
agobiado de la relación, últimamente me siento distanciado de ti” es una
frase que puede ser muy dura para nuestra pareja. En caso que tengamos este
tipo de pensamiento, lo mejor es dejar pasar un tiempo, asegurándonos que eso
es así y que no es solo una situación pasajera. Debemos tener en cuenta que
siempre habrá tiempo para comunicárselo a la pareja en un futuro si nos
seguimos sintiendo así, por tanto paciencia.
9. Mantén la coherencia en la comunicación. La comunicación
verbal ha de ir acorde a la no verbal. Decir al otro algo así como “sí, ya sabes que te quiero”, con cara
de agobio dejará a la otra persona incrédula ante tal afirmación.
10. Sé empático/a. Ser empático/a significa ponerse en el
lugar del otro, teniendo en cuenta su punto de vista y comprendiéndolo. En una
relación de pareja, donde debe existir un equilibrio entre el dar y el recibir,
ser empático/a nos permite tener en cuenta cuáles son las necesidades y
perspectivas del otro en la relación, y no sólo las nuestras, facilitando la
llegada a acuerdos.
A continuación te dejo otros de mis artículos sobre el mundo de la pareja:
La desconfianza en la pareja
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