5 pautas para manejar la ansiedad

5 pautas para manejar la ansiedad. Estamos viviendo unos momentos en que los niveles de ansiedad han aumentado entre la población. El miedo generalizado, la incertidumbre sanitaria, la inseguridad laboral y los momentos emocionalmente difíciles a los que muchos se han tenido que enfrentar durante esta pandemia, han favorecido el incremento de la ansiedad en la sociedad.

5 pautas para manejar la ansiedad


Ante esta situación, sería recomendable aprender mecanismos que nos permitan manejar estos síntomas ansiosos. Como consecuencia de la pandemia, hay un gran número de personas que están sufriendo, al estar pasando por momentos muy complicados. Un ejemplo son los trabajadores del sector del ocio nocturno, los cuales hace mucho tiempo que no pueden abrir sus negocios. Es normal que en estos sectores, la preocupación y la ansiedad estén muy presentes en el día a día de estas personas. A este respecto, tener herramientas de gestión emocional, puede ayudarles a sostener este duro momento, evitando así que se llegue a situaciones críticas como puede ser una crisis de ansiedad, o el desarrollo de un trastorno de ansiedad como la agorafobia.

Con el objetivo de aportar un poco de ayuda a todas aquellas personas que están atravesando una situación difícil, a continuación vamos a comentar 5 pautas que nos pueden ayudar a lidiar con nuestra ansiedad.

1. Revisa aquellas áreas de tu vida con las que te sientas insatisfecho

A parte de los síntomas ansiosos, los cuales son muy desagradables e incómodos, la ansiedad también se compone de un conflicto psicoafectivo, que es el que sustenta sus síntomas. Este conflicto puede estar originado por múltiples factores según cada persona y situación. Algunos de los que aparecen con más frecuencia en terapia son: necesidades no expresadas, situaciones que aguantamos a disgusto, o bien emociones reprimidas, entre los principales.

En terapia me encuentro con personas que dicen sentir que no están en control de su vida. Esta falta de control se manifiesta a través de diferentes expresiones como son: mantener relaciones que no les acaban de satisfacer, callar por miedo a crear conflicto, dudar de la mayoría de decisiones que han de tomar en su vida, ser excesivamente perfeccionistas, o mantenerse fijados a miedos muy profundos como el miedo al abandono. Sentir que no somos nosotros quien llevamos las riendas de nuestra vida, es uno de los principales motivos que explican los elevados niveles de ansiedad.

Aunque admitir aquello que nos disgusta pueda ser difícil, ser sincero con uno mismo y aceptar que es necesario resolver ese conflicto es un paso liberador, que ciertamente nos reducirá nuestros síntomas ansiosos. En esta línea, la terapia puede ser el acompañamiento ideal para enfrentarnos a nuestro malestar y poder ser capaces de superar esta situación.

2. Deja de censurar aquello que vas a decir o hacer

En un gran número de ocasiones, el miedo nos lleva a relacionarnos desde una máscara con otras personas. Desde esa máscara censuramos nuestro discurso, y acomodamos nuestras acciones a lo que creemos los otros esperan de nosotros. En estos ambientes, en que nos sentimos vulnerables al juicio externo, es cuando se manifiestan nuestros miedos más profundos, como el miedo al rechazo o el miedo al abandono. Cuando esto sucede, el miedo nos bloquea y no nos deja pasar a la acción, mientras que nuestros deseos y necesidades quedan relegados a un segundo plano. Mostrarnos y actuar desde la máscara, y no desde aquello que realmente somos, es otro de los factores que favorecen la aparición de la ansiedad

Otra de las situaciones susceptibles de generarnos ansiedad es cuando por sistema anteponemos las necesidades de otros a las nuestras, con el objetivo de agradar y no ser fuente de conflicto. En este caso, no nos respetamos, pues nos falseamos al no actuar según nuestras necesidades, aspecto que hace emerger la ansiedad.

Si te sientes identificado con alguna de estas actitudes, lo recomendable sería que empezases a tomar conciencia de tus necesidades, para así mostrarte de una forma más sincera con el mundo. Puedes empezar con aquellas personas con las que te sientas más en confianza, y después practicarlo con otras personas de tu entorno.

Cuando te muestres de una forma más libre y sincera, también vas a sentirte liberado. Desde esta liberación, tu autoestima y la confianza en ti mismo y en tus capacidades también se verán beneficiadas.

3. Deja de maltratarte y castigarte a ti mismo 

Un gran número de pensamientos que pasan por nuestra mente durante el día son pensamientos limitantes y tóxicos. Son pensamientos en los que nos criticamos, nos desvalorizamos y nos comparamos con otras personas, para acabar siempre perdiendo. Otros pensamientos de este tipo son aquellos que nos llevan a culpabilizarnos y autocastigarnos por errores cometidos. Este patrón de pensamiento deriva en un estado emocional bajo, que se manifiesta a través de sentimientos melancólicos, de apatía, culpabilidad o enfado, entre otros.

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Algunos ejemplos de estos pensamientos que nos alteran a nivel emocional son:

“Soy un inútil”, “lo hago todo mal”, “no puedo”, “mira mi amiga, ella sí que vale”, “soy una foca, estoy gordísima”, “no lo he hecho perfecto”, “todos están en mi contra", "para qué intentarlo, si voy a fracasar", "no sirvo para nada"...

Seguro que te suena este modelo de pensamiento. Un discurso interno que no para en todo el día, y que acentúa todas aquellas debilidades y defectos que nos decimos a nosotros que poseemos. Desde este tipo de mensajes es imposible sentirnos en paz con nosotros mismos. El camino para superar este estado pasa por tratarnos mejor, y ser capaces de perdonarnos por posibles errores que hayamos podido cometer. Solo así podremos alcanzar un estado emocional saludable.

Para conseguir este equilibrio emocional, es importante que revises tu diálogo interno y la forma como te tratas a ti mismo. Piensa que este tipo de pensamientos limitantes no te conduce a nada productivo ni beneficioso para tu persona, pues solo te ancla en la pasividad y en la duda. Desde el victimismo y la comparación con otros nunca conseguirás estar en paz contigo mismo. Entiende que cuando te dejas llevar por este patrón de pensamiento tóxico solo consigues sentirte más frustrado y hundido.

Respecto a tus pensamientos, recuerda no identificarte con ellos, no creas a pies juntillas su mensaje, pues muchas veces surgen de tu fantasía y de unas creencias limitantes que responden a tu historia personal. Cuando estos pensamientos aparezcan en tu conciencia, plantéate si hacen referencia a una realidad objetiva y pueden ser explicadas a partir de una experiencia real, o bien son fruto de unas creencias propias, las cuales no siempre son saludables ni funcionales.

Tampoco intentes reprimir o luchar contra tus pensamientos, pues como seres humanos que somos no podemos escoger el modelo de pensamiento que tenemos. Por norma general, el problema de este tipo de pensamientos no es que aparezcan en nuestra mente, sino que les demos espacio y los alimentemos en nuestra conciencia.

Cuando te sientas agobiado por tus pensamientos, simplemente plantéate estas tres preguntas:

¿Me sirve de algo seguir dándole vueltas a este pensamiento?

¿Es un pensamiento que me lleva a la acción o al victimismo y la pasividad?

¿Es un pensamiento agresivo o irrespetuoso hacia mi persona?

Si es un pensamiento que no es útil, te conduce a la pasividad o al victimismo, y agrede a tu persona, entonces es un pensamiento que sin duda deberías revisar.

4. Fíjate retos y objetivos en tu vida

Para no caer en los pensamientos negativos y limitantes respecto a nuestra persona (lo que perjudica nuestra autoestima), es necesario que nos fijemos metas y retos para seguir creciendo en nuestra vida. Ser constantes y trabajar para alcanzar nuevas metas nos ayudará a recuperar nuestro equilibrio emocional. Esta actitud proactiva ante la vida nos hará sentir que valemos y que somos merecedores de nuestros logros.

Un denominador común en la mayoría de personas que acuden a terapia es la baja autoestima. Sentirnos útiles y tomar conciencia que conseguimos aquellos logros que nos habíamos propuesto, son factores que nos ayudan a sanarla.

5. Haz algo para el bien común

Relacionado con el punto anterior de establecer metas en nuestra vida, es importante que aquellas metas que te fijes no sean exclusivamente para tu beneficio particular, sino que tus acciones tengan un impacto positivo en otras personas. Dar amor y sentir que otros nos necesitan y se benefician de nuestros actos es fundamental para sentirnos plenos. En este sentido puedes plantearte realizar un trabajo voluntario, colaborar con una organización sin ánimo de lucro, o bien difundir algún conocimiento que pueda ser de ayuda a otras personas.

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Una vez presentadas estas 5 pautas, que espero te sean de ayuda para manejar tu ansiedad, también quiero decirte que no hay soluciones mágicas respecto a la ansiedad. Igual que existe un proceso para llegar a un punto máximo de ansiedad, como puede ser un ataque de pánico, también hay un proceso descendente para reducir los niveles de ansiedad y recuperar el equilibrio emocional; en este sentido todo lleva su tiempo. Enfrentar nuestros miedos y dificultades, siendo constantes y comprometidos con nuestro trabajo para superar la ansiedad es fundamental.

Un último punto que me gustaría destacar sobre la ansiedad es que la ansiedad no son nervios. No se trata de salir a distraerse, tomarse una infusión relajante o bien realizar sesiones de Mindfulness o meditación para tranquilizarnos. Aunque todos ellos son recursos que nos pueden ayudar en el tratamiento de la ansiedad, nunca resolverán el conflicto psicoafectivo que subyace debajo de los síntomas ansiosos. Lo mismo pasa con la medicación recetada para este tipo de trastornos, como son los ansiolíticos, los cuales aunque puedan ayudar en un momento puntual para no desbordarnos emocionalmente, la realidad es que no curan la ansiedad.

Para superar nuestra ansiedad, el camino se encuentra en descubrir y resolver el conflicto interno que nos genera malestar y sufrimiento. Para ello, la terapia es una solución ideal y personalizada que nos permitirá recuperar nuestra salud emocional.

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Leslie Beebe

Terapia Gestalt en Barcelona



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