Sobre las benzodiacepinas
Sobre las benzodiacepinas (BZD). Un gran porcentaje de
personas que acuden a terapia se encuentran bajo tratamiento farmacológico. Las
medicaciones más comunes prescritas entre los clientes son los ansiolíticos
(benzodiacepinas) y los antidepresivos (inhibidores selectivos de la
recaptación de serotonina).
Socialmente existe cierta mala fama respecto a los
ansiolíticos, también denominados benzodiacepinas (BZD), por su carácter
adictivo y la teórica dificultad que presenta dejar este tipo de medicación, lo
que puede conducir a sufrir de abstinencia. No obstante, en este artículo
quiero responder a toda una serie de preguntas sobre este tipo de medicación,
pues en mi opinión a nivel general existe cierta desinformación al respecto.
Antes de empezar, quiero dejar claro que yo no soy
profesional médico, por tanto las respuestas a las siguientes preguntas no
quieren establecer ningún precedente, son simplemente opiniones personales, procedentes
de mi experiencia como consumidor de este tipo de fármaco en el pasado, así
como las conclusiones obtenidas a partir de las sesiones de terapia, con
personas que han sido o son consumidoras de BZD.
¿Debo tomar medicación para la ansiedad?
Esta es una pregunta que a veces me hacen los clientes que
acuden a terapia. Yo siempre contesto lo mismo, no está en mi mano juzgar eso,
pues no soy médico ni tampoco psiquiatra. Siempre recomiendo a mis clientes que
sufren de síntomas de ansiedad que vayan al médico, para así recibir el
diagnóstico oportuno. Una vez obtenido el diagnóstico, puede ser que les sea
recetado algún tipo de medicación al respecto, la cúal deberán tomar.
A partir de este momento es cuando la función del terapeuta
tiene un sentido. Mientras que la medicación prescrita trabajará con los
síntomas de la ansiedad, y ayudará a la persona a estar más calmada, la terapia
le facilitará el camino para conocer las causas que han motivado ese estado. A
partir de esta toma de conciencia, la persona aprenderá a gestionar su ansiedad
de una forma diferente y más saludable.
No siempre la medicación es necesaria, no obstante muchas
veces actúa como una muleta que ayuda a la persona no solo a estar más
tranquila, sino también a poder involucrarse en el proceso de terapia. Si los
niveles de ansiedad son muy elevados, la eficacia de la terapia baja
notablemente, pues la persona no está ni física ni cognitivamente en
condiciones para seguir un proceso terapéutico.
¿Para qué sirven las BZD?
Las benzodiacepinas (BZD) es un grupo de fármacos utilizados
en el tratamiento de la ansiedad y el insomnio, principalmente. En el siglo pasado
sustituyeron de forma progresiva a los famosos barbitúricos, por aportar
mayores beneficios y menores riesgos que éstos.
Las BZD presentan diferentes grupos, no obstante los
principales son dos: los ansiolíticos (como puede ser lorazepam, alprazolam,
diazepam, bromazepam…) y los hipnóticos (como el loprazolam y el lormetazepam).
Las BZD se consideran medicaciones muy eficaces en el tratamiento de 4
aspectos:
1. Son muy eficaces para reducir los síntomas físicos
derivados de la ansiedad como puede ser: palpitaciones, presión en el pecho,
nudo en el estómago, tensión muscular, sensación de ahogo…
2. Son medicaciones que ayudan de forma casi inmediata a
reducir los síntomas que aparecen en momentos de ansiedad elevada, como puede
ser al haber sufrido un ataque de pánico. También ayudan en situaciones
críticas, en que estamos viviendo momentos muy tensos y sentimos que ya no
podemos más, que vamos a estallar. En estos casos el ansiolítico nos ayuda a no
desbordarnos emocionalmente, para así poder lidiar con la situación que nos ocupa.
3. Son favorecedores del sueño, sobre todo las BZD del grupo
hipnótico. Este tipo de medicaciones pueden asegurar de 6 a 8 horas de sueño.
4. Son buenos relajantes musculares.
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¿Para qué no sirven?
Uno de los principales problemas con este tipo de medicación
es su mala utilización por parte de quién las consume, por ejemplo cuando se
toman para tratar síntomas ante los cuáles las BZD son ineficaces, o bien al consumirse
como si de una aspirina se tratase, sin una pauta para tomarlas y sin
supervisión médica. Un ejemplo de una toma incorrecta lo tenemos en personas que desean eliminar sus
ideas de miedo y pensamientos obsesivos con los ansiolíticos. Para este tipo de
síntomas las BZD resultan ineficaces, siendo efectivas para tratar los síntomas
físicos asociados al miedo, pero no el miedo en sí.
¿Durante cuanto tiempo debo tomarlas?
La frecuencia, la dosis y el tiempo de toma de este tipo de
medicación vendrá prescrito por el facultativo médico. Por norma general no se
aconseja tomarlas más allá de las 12 semanas, y será el médico quien lo evalúe
periódicamente. Sin embargo existen casos en que este tipo de medicaciones se
mantienen a largo plazo. En la actualidad, y para evitar el riesgo de
dependencia, los profesionales médicos suelen tratar los estados de ansiedad a
más largo plazo con antidepresivos, que también tienen características
ansiolíticas, y constituyen un tratamiento más seguro a largo plazo.
¿Las BZD pierden eficacia con el tiempo?
Una de las principales creencias es que las BZD pierden
eficacia con el tiempo, cuando realmente no es así. Ante una determinada
intensidad del síntoma, siempre valdrá la misma dosis. No obstante si aparecen
más estresantes externos (cosa que puede pasar si los problemas de ansiedad no
son tratados en terapia), no tendremos suficiente con la dosis recetada. Por
tanto no es que la medicación pierda eficacia, sino que aumenta la intensidad
del síntoma estresante.
¿Puedo llegar a engancharme?
La respuesta es que sí, las BZD son medicaciones que pueden
generar adicción. No obstante quiero puntualizar un par de aspectos al
respecto. En primer lugar todos somos susceptibles de engancharnos a aquello
que nos genera una relajación brusca o una alegría súbita, como puede ser el
alcohol, las drogas, el juego o las propias BZD, sin embargo no es lo más común,
siendo un pequeño porcentaje de la población el que es susceptible de caer en
la dependencia. Un símil podría ser el vino, todos podemos beber vino de vez en
cuando, sin embargo los consumidores de este producto que se vuelven
dependientes son una minoría.
Así mismo es cierto que existen algunos patrones de personalidad más
susceptibles a engancharse como pueden ser aquellas personas que son muy
inseguras, las que presentan una muy baja tolerancia a estar enfermas, o bien
personas con una elevada impulsividad, aunque estos factores tampoco son determinantes.
No obstante, los profesionales médicos siempre tienen mucha
cura a la hora de recetar este tipo de medicación, pues la posibilidad de
dependencia existe. Es por este motivo que suelen ser medicaciones que se
prescriben en el corto-medio plazo, sustituyéndolas con el tiempo por otras
como los antidepresivos, o los productos naturales, los cuales no presentan
este riesgo.
En segundo lugar las BZD no gozan de buena fama, pues se prescriben
para el tratamiento de las drogadicciones, como la dependencia a la heroína. En
estos casos el proceso de desintoxicación provoca un mono que se manifiesta a
través de estados elevados de ansiedad, por este motivo se recetan este tipo de
fármacos.
Considerando estos factores, no podemos considerar que exista
un riesgo muy elevado de adicción de la población a estas sustancias, pues aunque
posible, no es lo más probable que acabe sucediendo, siempre teniendo en cuenta que las benzodiacepinas sean tomadas correctamente, según las pautas médicas indicadas.
¿Podré dejar de tomarlas?
La persona que está tomando BZD puntualmente, digamos por un
periodo no superior a un mes, debido a una situación estresante, ya sea de trabajo, personal o familiar, seguramente no tendrá ningún problema en dejar de
tomar este tipo de medicación. No obstante es muy importante considerar que son
medicaciones que deben abandonarse de forma progresiva, y nunca de golpe, sobre
todo cuando las dosis diarias son elevadas.
Aunque actualmente la tendencia es no recetar este tipo de
medicaciones a largo plazo, la realidad es que muchas personas mantienen este
tipo de medicación de forma crónica. En estos casos es importante tener en
cuenta que las BZD no curan la ansiedad y los síntomas asociados, simplemente
los mantienen a raya. Para conocer aquello que motiva los síntomas de ansiedad
es muy importante acudir a terapia, solo de esta forma podremos conocer
aquello que se esconde detrás de los síntomas ansiosos. Una vez tratemos la
causa de la ansiedad en las sesiones, los síntomas físicos irán desapareciendo por
sí solos.
Si la ansiedad es tratada en terapia, el abandono de este
tipo de medicación en el futuro, (siempre de forma progresiva como hemos dicho),
no suele suponer ningún problema para la persona.
Como cualquier tipo de medicación, cuando las BZD son tomadas
durante largos periodos de tiempo aumentan la posibilidad de padecer otros
problemas de salud. Algunos estudios relacionan la toma de BZD con una mayor
posibilidad de sufrir problemas de demencia e incluso alzhéimer en el futuro.
¿Tienen efectos secundarios?
Cuando las BZD son tomadas de forma responsable y según las
pautas médicas, no suelen aparecer efectos secundarios. En ocasiones puede ser
que dependiendo de la persona y su tolerancia a este tipo de medicación, al
iniciarse el tratamiento pueda sentirse más cansado o con sueño, por lo que el
médico deberá ajustar la dosis según crea conveniente.
¿Las BZD producen mono o abstinencia?
La aparición de abstinencia suele presentarse cuando las
dosis diarias son elevadas, así como si se deja la medicación de golpe. Si no
se dan estos casos, la probabilidad de sufrir mono cuando se abandona la
medicación es muy baja. Algunos de los síntomas que aparecen por abstinencia
son excitación, exceso de sudoración, falta de gusto y convulsiones, entre
otras.
¿Pueden mezclarse las BZD con el alcohol o el café?
Como la gran mayoría de medicaciones, no es aconsejable
mezclar BZD con alcohol. Aunque en los dos casos tienen un efecto sedante que
puede inducir al sueño, si se consumen grandes cantidades pueden tener efectos
secundarios indeseables como periodos de amnesia, lagunas mentales o blackouts.
Cuando la toma de ambos se hace de forma irresponsable puede derivar en
problemas de adicción, por lo que es muy común en los centros de
desintoxicación encontrar personas dependientes a las dos sustancias.
Respecto al café en principio no es incompatible con las BZD,
pues el café es un estimulante que nos despeja y activa, por tanto no tendría
porqué provocarnos síntomas de ansiedad. Sin embargo hay personas sensibles
a la cafeína, por lo que en estos casos se desaconseja, pues pueden aparecer
síntomas asociados a la ansiedad como alteración del ritmo cardíaco, temblores
o inquietud.
Obviamente si los problemas de ansiedad comprenden dificultad para
conciliar el sueño o dormir bien, en estos casos el café y los productos con
cafeína se desaconsejan totalmente.
En resumen, las benzodiacepinas se presentan como una
medicación muy eficaz ante los trastornos de ansiedad. En comparación con otras
medicaciones como los antidepresivos o los antipsicóticos, que tienen un efecto
más a largo plazo, los ansiolíticos tienen un efecto inmediato (de 20 a 30
minutos una vez tomados y hasta 12 horas de efecto), por lo que resulta fácil y
rápido cambiar la dosis, o el tipo de ansiolítico, si no se obtienen los
resultados esperados.
Actualmente, el principal problema con este tipo de
medicación es la utilización incorrecta que hacemos de las benzodiacepinas. En la mayoría
de hogares de nuestro país encontramos ansiolíticos, los cuáles muchas veces
son tomados de forma irresponsable, sin receta ni supervisión médica; este factor aumenta
el riesgo de dependencia. Así mismo, muchas veces estamos tomando ansiolíticos
cuando la medicación debería ser otra, e incluso existen casos en que ni siquiera
sería necesaria medicación para aquello que nos sucede, siendo
suficiente tomar algún remedio natural, realizar ejercicio físico o acudir a
sesiones de psicoterapia para sentirnos mejor.
Si actualmente tienes síntomas de ansiedad, el primer paso es
ir a tu médico, él te guiará y aconsejará al respecto. Nunca te auto mediques,
recuerda que la medicación debe estar siempre supervisada por el profesional
médico, y más en el caso de los ansiolíticos.
Si necesitas ayuda terapéutica con tus problemas de ansiedad,
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Si quieres conocer más sobre los trastornos de ansiedad, aquí
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Trastorno de ansiedad generalizada
Las crisis de ansiedad
Tratamiento para la ansiedad
La fobia social
Leslie Beebe
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