Las fobias de impulsión
Las fobias de impulsión. Seguro que en más de una ocasión a
todos nos han pasado pensamientos por la cabeza relacionados con perder el
control y hacernos daño, o hacer daño a alguien. Son pensamientos irracionales,
a los que no damos una mayor importancia, olvidándonos rápidamente de ellos y enfocando
nuestra atención en otro pensamiento.
Todos tenemos pensamientos absurdos o inadecuados en algún
momento, sin embargo la persona que sufre de fobias de impulsión vive este tipo
de pensamientos de una forma angustiosa, al quedarse apegada a ellos.
Denominamos como fobia de impulsión al miedo intenso que surge en una persona ante la posibilidad de poder perder el control y hacerse daño así misma, o bien dañar a los demás, normalmente a un familiar o ser querido.
Denominamos como fobia de impulsión al miedo intenso que surge en una persona ante la posibilidad de poder perder el control y hacerse daño así misma, o bien dañar a los demás, normalmente a un familiar o ser querido.
En estos casos aunque la persona admite que son ideas
irracionales, y que por tanto no desea tener este tipo de pensamientos, no
puede evitar la imagen de verse a sí misma llevando a cabo aquello que más
teme, angustiándose por si ocurriese en la realidad. Se calcula que más de un
dos por ciento de la población sufre de estas fobias, sin embargo suele
mantenerse en silencio, pues existe cierto tabú al respecto, al aparecer el
miedo a ser juzgado negativamente por ello.
El miedo que sufren las madres primerizas que temen poder
hacer daño a sus bebés, pensar en coger un cuchillo y hacer daño a nuestro hijo, subir a un lugar elevado y que surja el impulso de caer
al vacío, el estar en el metro y pensar que nos podemos tirar a la vía...son algunos ejemplos de este
tipo de pensamientos.
Las fobias de impulsión pueden ser síntomas de algún tipo de
trastorno de ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada (TAG) o el
trastorno obsesivo compulsivo (TOC), aunque también pueden aparecer de forma
aislada, o como indicativo de un trastorno de personalidad. Sin embargo, no debemos asustarnos, pues en la
mayoría de casos este tipo de pensamientos surgen como una señal de alarma ante
un desequilibrio y una ineficiente gestión emocional.
Es importante qué si sentimos que este tipo de pensamientos
se hacen presentes en nuestra vida, acudamos a un profesional médico para que realice
un diagnóstico.
Los pensamientos relacionados con este tipo de fobias son pensamientos
obsesivos que se caracterizan por ser: repetitivos, automáticos, involuntarios,
intrusivos y que generan una gran ansiedad en la persona.
Los pensamientos intrusivos son aquellos que aparecen de
forma involuntaria y automática. Este tipo de pensamientos suelen referirse a
contenido que consideramos inmoral, inapropiado y con imágenes desagradables o
violentas. Cuando nos quedamos enganchados a estas ideas, les estamos dando más
fuerza, y de esta forma entramos en un bucle de pensamiento que nos genera
angustia y malestar. En cambio si no les damos un mayor significado, estos
pensamientos suelen desaparecer de forma natural.
En resumen podemos afirmar que el problema no está en el tema
o el contenido de los pensamientos, sino en la importancia que le damos al
quedar nuestra atención focalizada en ellos.
La persona que sufre de fobias de impulsión se asusta, pues
no entiende como puede tener este tipo de pensamiento, ya que son de dudosa
moralidad, al ir en contra de sus creencias y valores. Ante estos pensamientos la persona se
prohíbe volver a pensar en ellos, rechazándose y culpabilizándose cuando estas ideas
aparecen en su mente. Sin embargo esta actitud de resistencia solo conduce a
focalizarse más en las ideas obsesivas, y a encerrarse más en el bucle pensamiento-ansiedad.
El pensamiento obsesivo se caracteriza por ser una
interpretación irracional y no realista de nuestra mente, generando angustia y
ansiedad. Cuando tenemos este tipo de pensamientos repetitivos e intrusivos, es
normal adoptar toda una serie de respuestas evitativas de aquella situación que
tanto tememos; por ejemplo si nuestro miedo es poder hacer una temeridad al
volante, la conducta evitativa podría ser negarse a conducir.
Aunque existen rasgos de personalidad que pueden favorecer la
aparición de las fobias de impulsión como son; una elevada autoexigencia, la
hiperresponsabilidad, el perfeccionismo o la necesidad de control, es verdad
que nadie está exempto de poder sufrir de este tipo de fobias.
A continuación voy a comentar unos aspectos que es importante
conocer respecto a nuestros pensamientos, y que nos pueden ayudar a lidiar con
las fobias de impulsión.
1. El tiempo que dedicamos a un determinado pensamiento no es
proporcional a la posibilidad de que se convierta en realidad. Es decir, que
como más pienses en algo que te perturba eso no significa que lo vayas a hacer,
ni tampoco aumenta la posibilidad de que acabe sucediendo.
2. Los pensamientos e imágenes que hacen referencia a
hacernos daño, o hacer daño a alguien son más habituales de lo que tú imaginas.
No tengas miedo por ello ni te juzgues o culpabilices porque éstos aparezcan en
tu mente, piensa que no tenemos el control sobre aquello que pensamos.
3. Los pensamientos no reflejan una realidad, simplemente son
imágenes en nuestra mente, es decir que el simple hecho de pensar no significa
que vayan a convertirse en realidad. Toma conciencia que no puedes controlar
aquellos pensamientos que emergen en tu conciencia, pero sí la importancia que
tú les das, así como la forma que tienes de reaccionar ante ellos.
4. Cuando queremos eliminar un pensamiento, paradójicamente
lo que conseguimos es que aparezca con mayor frecuencia. No podemos controlar
lo que pensamos, ni eliminar aquellos pensamientos que juzgamos como no
aceptables. Esta actitud de rechazo conduce a alimentar más la ansiedad que va
asociada a este pensamiento, generándose un círculo vicioso del que es difícil
salir.
En consecuencia es recomendable que adoptes una actitud de
aceptación de tus pensamientos, la resistencia o la lucha ante ellos solo te
conducirá a alimentar más tus síntomas ansiosos, y por tanto a sentirte más frustrado.
![]() |
www.ansiedad.barcelona |
5. Toma conciencia que tú como persona eres mucho más que el
contenido de tus pensamientos. En este sentido dale a tus pensamientos la
justa importancia, pero no más. Tampoco debes creer a pies juntillas todo aquello
que te dices, pues muchas veces estás equivocado. Piensa que tus pensamientos
no te definen, en cambio tus acciones sí.
6. No escondas este tipo de pensamiento. Tampoco es
aconsejable que vayas explicando lo que te pasa a todo el mundo, pero sí a una
o dos personas de confianza, con las que te sientas a gusto y seguro de poder
hablar sobre tus miedos. Déjate ayudar en ese sentido.
7. Es importante que seas consciente del estado emocional en
el que te encuentras, para de esta forma entender que este tipo de pensamientos
suele tener su origen en un desequilibrio emocional. Debes evitar hacer interpretaciones irreales y
catastrofistas, como que quizás padeces de una enfermedad mental grave, o bien
que sufres de tendencias suicidas, pues no suele ser el caso.
8. No evites situaciones ni lugares como consecuencia de tus
miedos. Cuando adoptas una actitud de huida lo que estás haciendo es darle veracidad
a tus pensamientos obsesivos, así como también perjudicar tu autoestima y la
confianza en ti mismo, al no sentirte capaz de enfrentarte a tus miedos. Así
pues, es recomendable que sigas con tu vida normal, para que los miedos no te
paralicen ni limiten.
9. Pide ayuda. Hay mecanismos psicológicos que se instalan en
nosotros a base de repetir patrones de funcionamiento y de relación que no nos
son saludables. Si tus miedos limitan tu vida, pide ayuda. La terapia puede
enseñarte a gestionar tus miedos y ayudarte a superar tus fobias limitantes.
10. Cuídate a ti mismo. En ocasiones los pensamientos
obsesivos surgen como un síntoma de que no estamos cuidando de nuestra persona
y de nuestras necesidades. Es por este motivo que debes empezar a centrarte en
ti, cuidando tu calidad de vida. En este sentido es recomendable que practiques
ejercicio físico, lleves unos hábitos de alimentación y sueño saludables, y
realices actividades de ocio gratificantes, entre otros.
11.Debes tener en cuenta que las fobias de impulsión nunca se
llevan a cabo, pues la persona nunca pierde la coherencia ante la lógica,
haciendo algo que vaya en contra de su voluntad. La fobia es simplemente el
miedo intenso ante la posibilidad de poder llegar a hacerlo. Las fobias de
impulsión se relacionan con trastornos de ansiedad, pero no con enfermedades en
que uno pueda perder el sentido de la realidad, como la psicosis.
Las fobias de impulsión siempre requieren por un lado de un
diagnóstico clínico, en el cual puede ser necesario un tratamiento
farmacológico, y por otro lado un proceso terapéutico, que permita recuperar el
bienestar y equilibrio emocional.
Si estás interesado/a en conocer como la terapia puede
ayudarte, sigue ESTE ENLACE, o bien llama o whatsapp al 645 368 714 y te
informaré sin compromiso.
Si deseas conocer más sobre los trastornos de ansiedad, aquí
te dejo otros artículos sobre el tema.
Leslie Beebe
Tel. 645 368 714
Comentarios